Ya
me subía a las tapias
cuando
no alcanzaba a la primera piedra,
aunque
creía que el pasto alto
era un animal peligroso.
Muchos gusanos juntos, un ejército,
largos, verdes y venenosos.
La
mente crea juicios fundados
las
menos de las veces,
y
no por saber más o menos.
Es
esta vehemencia,
tan
loca y tan nuestra
pero
que tantas veces nos remolca
hacia
parajes sin ninguna lógica.
Nená de la Torriente