miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡CHIN CHIN!



Brindo por otro año 
poco importa el número,  
con copa de tinto 
de garbanzos, de apio troceado 
de gajos de mandarina, 
de... 
Somos en lo que estamos, 
habitando cavernas inventadas 
casi siempre por otros. 
Somos la luz si queremos 
o somos la sombra 
no siempre siendo los dueños 
(no importa demasiado)  
Mírate delicioso e increíble ser humano, 
tienes la fuerza de la naturaleza 
que como una hembra gitana  
te concede no cambiar nada 
o cambiarlo todo. 

Sonríe,
siempre es tiempo de renuncia 
de conquista, 
de reconquista, 

tiempo de porvenir.  



Nená de la Torriente

martes, 30 de diciembre de 2014


Someto a la papelera 
el ruido brusco de las aseveraciones, 
la infatigable desgana que alcanza 
el que anda dándolo todo, 
el periodo de desamor tan hiriente, 
 las palabras dichas con la sangre en ardentía, 

la falta de amor hacia lo que no sea de uno, 
 lo inmarcesible de la avaricia, 
la ambición hostil y desmedida, 
los poemas que como lágrimas van buscando 
tardes lluviosas, 

también el instinto de someter al otro 
a nuestros afanes 
y el ombligo redondo del que cree haberlo 
leído todo. 

Someto a la viudez a aquello que asoma 
la nariz con aire vanidoso, 
al desempleado de sí mismo, 
al que no sabe contenerse  
y al que se esconde en acerico repleto,

al que anda buscando lo malo 
como único refugio 
y al que le fatiga el verso que no es suyo 
porque a su vuelo le falta oxígeno. 

Someto a la ignominia 
a la mujer que rivaliza con sus piernas 
y entrepierna como posesiones tácitas, 
al hombre cerrojo que se le antoja 
un mundo a medida, 
al anciano que exige que se le tenga 
por eminencia, 

a la mujer que cree que ama demasiado 
y al hombre que no sabiendo lo que quiere 
formula obstinadamente promesas. 



Nená de la Torriente

lunes, 29 de diciembre de 2014


En cada nacimiento 
sea con crónicas o sin anecdotario 
a todos nos marcan en miseria, 
a todos nos marcan en luminiscencia. 
Uno viaja acompañado cada día 
por las caricias de otras manos 
o espoleado por la falta de ellas. 
Tú me sabes a esa Llamada solitaria 
de un mundo en perpetuo asombro.  
Te reconozco en todas las cosas 
que revoltosas nos prolongan 
en este sobrecogedor noviciado. 
Sé de ti por lo que asomas 
como mimosa en los montes, 
por el olor a presente que ansía futuro. 
Sé que no sé lo suficiente 
para guardarte en un cofre 
y llamarte por tu nombre 
más allá de tu nombre, 
pero tú sabes que yo estaré allí 
donde me necesites.

En cada nacimiento 
a todos nos marcan en rutilante faro 
los instante que sean, 
pero del mismo modo 
en lamentable y doloroso olvido. 



Nená de la Torriente

sábado, 27 de diciembre de 2014

BESO MILAGRO


De la edad 
quedaba un pequeño gesto 
apartado en un sobre, 
un lenguaje obsceno y destemplado, 
la amaritud de una historia 
muchas veces 
relatada. 

De los sueños, 
batintín de nubes, 
un azul cobalto que soñó con ser celeste 
y que el tiempo 
mojó con tintas dolientes 
hasta oscurecerlo. 

Dentro de un cajón sencillo 
los dos callaban, 
con esa manera de mirarse 
sin robarse 
el uno al otro 
el aliento, 

y tú ausente de cualquier historia 
llegaste por la ventana  
¡zas! 

Me diste un beso, 

como la cosa más natural del mundo. 



Nená de la Torriente

lunes, 22 de diciembre de 2014

En Navidad 

En Navidad más ternura, 
una sonrisa larga para el desconocido, 
un abrazo amable para el que te acompaña, 
una voz alegre para la amargura, 
una caricia dulce para el rostro triste, 
empatía con el que sufre, 
simpatía con el afortunado, 
amor a espuertas a todos los niños, 
entrega sin condiciones a todos los viejos. 
Seamos ricos en salud, 
ricos en sabiduría, 
ricos en generosidad, 
ricos en amable comportamiento, 
ricos en sentimientos positivos, 
ricos en recuerdos hermosos, 
ricos en esperanza, 
ricos en humanidad. 
Seamos pobres en intolerancia, 
pobres en ambigüedad, 
pobres en cobardía, 
pobres en envidias y egoísmos, 
pobres en incomunicación, 
pobres en soberbia, 
pobres en belicismo, 
pobres en estupidez y melancolía. 
En Navidad un poco de color 
en todos nuestros propósitos y voluntades. 

Gracias por soñar y hacerlo realidad. 

-Sé para el otro y para ti 
el décimo premiado de lotería- 



Nená de la Torriente

viernes, 19 de diciembre de 2014

Íntimamente imperfecta 


No sé por qué lloramos tanto 
pero lo hacemos, 
lavamos el espanto con agua 
de un océano íntimo, 
si 
               empre 
       en  
           Ole
 aje. 
Y es la línea del vértigo 
de vernos tan a solas 
en un puerto con esta única nao 
-y sin murmullo de gaviotas- 
lo que nos hace tan imperfectos. 
Sé de dónde vengo 
pero a menudo no sé hacia dónde voy, 
porque suelo mirar hacia atrás 
con ojos de pelusa inquieta 
buscando una antigua muñeca. 
No son tristes los días, 
son lluviosos en esta llanura fértil 
de añoranzas, 
porque los sueños son sueños 
y los necesito para seguir en pie 
y no balancearme tanto. 
Si tú vas a convertirte en mi sueño, 
te aviso: 

No pienso desprenderme de ti. 



Nená de la Torriente

miércoles, 17 de diciembre de 2014

MÍO


Con esta inexactitud te nombro 
y acudo a las curvas de tu cuerpo 
llenándolas todas. 
Soy tu hembra en el continente que surge 
de los renglones inversos, 
allí donde agoniza la palabra. 
Desde este sol puedo acariciarte la luna, 
la secreta sima blanca 
de todos tus valles. 
Me pellizcan el alma tus estrellas, 
pero apenas alcanzo una sonrisa 
que suene a música si no te miro, 
y es que no te veo, 
ni te toco, 
sólo te designo 
tan torpemente que da vértigo. 
Quiero olerte, 
 morderte, besarte, 
que seas una realidad que se golpee, 
que profane cualquier poema 
que arengue este o cualquier 
manicomio amoroso. 
En esa vida de ahí afuera, 
imperiosa y arbitraria, 
anhelo, 
ansío,  
codicio, 


que 
tú 
seas mío. 



Nená de la Torriente

martes, 16 de diciembre de 2014


Lo que está aquí o lo que está allí 
¿dónde el discernimiento que sostiene 
la distancia sin quiebro? 
¿Lleva recorrido el ojo lo que anticipas, 
o sólo retrata el vertiginoso encuentro? 
¿O acaso el desencuentro? 
¿Es el tramo lo que separa los cuerpos, 
o lo que los ensambla? 
¿Una línea recta para la mente, 
o eso que se extiende 
no importa cómo? 
Dime si es cierto que no estando ya 
estás todavía, 
porque yo te veo aquí 
a mi lado siempre, 
como esa luna     junto a su     palmera. 



Nená de la Torriente
 ¿VERDAD?


Si de aquí a esta parte 
el agua parece distinta 
no es cosa del mismo agua 
y eso lo sabemos. 
La aurora puede ser un monstruo 
o una fruta tomada en su ofrecimiento 
y eso lo sabemos. 
La vida puede ser un camino, 
un vuelo lleno de temores, 
un sueño al que arrancarle los precipicios, 
y eso lo sabemos. 
Ser siendo todavía un poco, sólo un poco, 
tímidamente, 
o quizá un acontecimiento sin finales 
y eso lo sabemos. 
Donde quede el amor 
podemos correr a atraparlo con inocencia, 
o andar buscándolo sin paréntesis 
convirtiéndolo en un poema, 
un verso, 
una letra, 
una voz que se esconde.

Aunque eso, 
  sabiéndolo,  
no siempre lo entendemos. 



Nená de la Torriente

lunes, 15 de diciembre de 2014

YA SÉ QUE NO SE ENTIENDE


Cuando soy un serón mirando al cielo 
sin atender a recatos 
no se entiende tanta carga que se vierte 
sin preámbulo. 
Soy la voz 
que atraviesa la intención 
por encima de la palabra escrita. 
La niña que no sabe  
de la extensión de su cuerda 
sino de los saltos 
a pies juntos, 
con la boca en el empedrado 
si 
hay 
caída. 
No se entiende que os habite
como os habito,
atropelladamente,
sin ademanes, 
sin una sola cita.
Y es que el tiempo 
no sabe de ilaciones 
ni de códigos, 
se precipita 
como yo me embroco 
sin descanso, 
una y otra vez,
en vuestra 
tímida vasija. 



Nená de la Torriente

sábado, 13 de diciembre de 2014


Que de qué gravedad caíste 
me preguntan los días.

Si entendieras que esto que escribo 
no es pan entre los álamos 
sino siesta de limonero, 
cabría el capricho de un beso 
en la penumbra de cada copa 
como un regalo sorpresa, 
el gozo entre la vorágine, 
el día de más entre todos los días. 

Si entendieras que esto que no clasifico 
carece a propósito de técnicas, 
de utillaje y tortura, 
sabrías quién está detrás de todos los versos 
piando despertares 
que ya se han cumplido 
y que suplican una mañana más, 
sólo una mañana más. 

Que de qué gravedad caíste 
me preguntan los días, 

pero eso ya no me lo pregunto. 



Nená de la Torriente

viernes, 12 de diciembre de 2014


Sabe decirlo, 
sabe encontrar la saliva justa, 
el peso ingrávido 
de lo que importa, 
el ángulo exacto del sexo 
que domicilia al apetito. 

Sabe encontrarlo, 
donarlo, 
mostrar el tronco que respira 
y la hoja vuelta que se ofrece 
y se desnuda, 

mudar en carne de membrillo 
la roca sucia 
y depositarla, entre tímida 
y perversa, 
en el fondo de tus ojos. 

Sabe entregarlo, 
coger el aire entre el índice 
y el pulgar 
y pellizcar la brisa, 

convertir el polvo en agua 
de sementera, 
y provocar encantamientos 
 levantando calimas.

Sabe cifrarlo,
escribirlo, 
vocearlo para que el mundo 
conciba lo que es la vida, 
y en qué se asemejan  
confusos o definidos  
todos los sueños. 



Nená de la Torriente

martes, 9 de diciembre de 2014


Llévame contigo. 
Donde están las flores queda un hoyo, 
allí podría. 
Una brecha donde nacen los helechos, 
una cuna en la horquilla de dos ramas 
en el mismo camino que desandamos. 
Llévame contigo. 
En el aliento solitario del vértice de tu boca, 
allí podría. 
En el vacío al otro lado de tu codo 
donde enhebrarme quiero, 
en esa voz detrás de tu palabra que te nombra 
y en el espacio oscuro que camina junto a ti. 
Llévame contigo, 
contigua a tus dedos,  a ese índice díscolo, 
a ese pulgar nada ajeno al radical criterio, 
allí podría.
Amarrada a tus piernas en el paseo, 
 en el seno de tu ojo cuando miras 
o cuando no miras. 
En la caverna de tus huesos inadvertidos, 
allí podría, 
en el abismo de tu gloriosa mente,
en la sima de los deseos más tuyos.
Llévame contigo.
Déjame habitar la fosa de tu desencanto,
la misma que se ensancha con afectos
y que lisia tus desaciertos, 
esa cavidad extraña
que todos mal llaman corazón,
allí podría.



Nená de la Torriente

jueves, 4 de diciembre de 2014


No voy a tenderte palabras 
como si contuvieran la vida, 
este es el espacio que me concedo 
sólo entre aullidos. 
Lo vivo está en el grito 
y en la pausa que se le amarra 
a la nuca para recargarse.

Esta es mi única voz 
y estos ojos son el reino 
de todos los peces. 

Mírame desnudo de sentencias 
y atiende: 

Te invito a invadirme 
como la mañana templa de color 
todas las siluetas, 
como los relojes pestañean el blanco 
de todas las esferas, 
con la aguja más anémica y larga. 
No tardes. 



Nená de la Torriente

martes, 2 de diciembre de 2014



Desde cuándo el pez, 
desde cuándo el ave. 

Siempre de punta a esquina 
limitando los espacios. 
Una vida sin medidas, 
ni ponderadas, 
ni imprudentes. 
Sin centímetros de vértigo. 
Embriagada en el arrebato, 
y en la calma, 
y en el más dulce disparate. 
Que de uno en uno 
ni los pasos, 
ni los besos, 
ni las estaciones tediosas 
nombrando sus generales, 
ni los albores con diarios, 
ni los gestos, 
ni esas misivas de amor 
con recitales tan desmayados 
como inapetentes. 
Una vida rábida y 
reclamante. 

Desde cuándo el éter, 
desde cuándo el barro. 



Nená de la Torriente



lunes, 1 de diciembre de 2014


En esta verdad a medias 
hay un silbido generoso, 
un venero constante 
que se deja llamar por su nombre, y 
ganas de ombligar las distancias 
con un intenso roce 
de umbilical destreza. 

Ya sé que aún no me eliges, 
que te gusta la caída de mis ojos 
e imaginas despierto el beso amarrado 
y preciso, 
con la exquisita pericia de los amantes. 


Pero a esta unión de nosotros 
le sobran márgenes 
para andar o desandar de aquí a todas partes, 
y sentir la suela de los zapatos 
en el fluctuar de todas las atmósferas. 

No sabemos si el camino nos custodia, 
ni si somos aventureros o comensales, 
tal vez sencillos extraños protagonistas 
de esta historia o de otra distinta, 
aun sin contar todavía 
de una manera explícita, 
con ninguno de nosotros.



Nená de la Torriente

domingo, 30 de noviembre de 2014

SEA

Si ha de mirarnos la vida 
que sea con otros ojos, 
que nos recorra 
como el rayo de luz de una lámpara 
hurona siempre a lo que se ensambla. 
Nada alindada. 
Que sea el ojo que nos invada y nos penetre, 
enfundada en un no-vulnerar de saliva 
que nos perfore hasta el mismo hueso. 
Ramera y madre, 
matriz de todos los sueños y 
de todos los desaires, 
como la boca del perro que nos muerde hoy, 
y que ayer nos lame. 
Si ha de alojarnos la vida 
que sea sin ungüentos ni retoques, 
sin las palabras tentadas de tantos versos 
deslucidos tras un dogma u otro, 
sin purgar las mentiras 
ni despejar las verdades, 
sin prorrumpir juicios. 



Nená de la Torriente

sábado, 29 de noviembre de 2014

Todas las sombras parecen iguales, 



reconvierten su espacio finito 
en un silencio doloroso.

La tensa piel de un tambor 
hablando herida, el estallido sordo, 
la resonancia que esgrime el eco 
antes de recorrerse. 

Todas las sombran parecen iguales 
pero son distintas, 
aunque caminen con los pies en el aire 
y articulen negros con humor de grises. 

Códigos pausados con contraseñas únicas, 
rehenes que evitan la luz como la desgastan, 
lábaros sin Roma ni fe 
a lomos de un replegado  cuerpo;

y de entre todas las sombras tú
golpeando mi ventana, 
perpetuándote al otro lado del cristal 
clandestino siempre. 

Impasible y álgido, 
como todas las cosas 
que no se rozan nunca. 


Nená de la Torriente

Ahora 
Ahora son días de

No son días de hoguera, 
lo son de sol reluciente y 
revolucionario, 
de pedalear en el aire, 
de boca a boca con besos, 
de abrazos largos. 

Días para desarmar la tapia, 
arrancar el verdín y 
 expulsar al caracol, 
la voz sumisa. 

Tiempo de empujar el tronco seco 
y hacerlo caer al suelo,  
de voltear la hojarasca 
y repoblar otros campos. 

Son días de pasión y de gloria, 
de ternura gritando en la acera, 
de asombro sin melancolía. 

Días de anafilaxis de lo pactado, 
de alumbramientos en cada gesto, 
de renuncia a la sordera. 

Lo son para amar sin límites, 
para abandonarse a la intención 
nunca más a la palabra. 



Nená de la Torriente