Unidireccional
No más incompleta transferencia,
permitido-permitiendo,
aceptado ese timbre
toquemos a la entrada.
No quedan milagros a la víspera
de una vida prodigada.
Clava bien tu espada
donde la carne tenga memoria,
porque no habrá otro momento idéntico.
No más mañana,
ni un poco más y ya llegas,
ni quizá, puede y ya estás dentro,
si en la cesta cabemos todos
no en la mía atropellada
por solícitos de elevado anhelo
de devoción.
Dar desde una sola mano
y recibir con consentimiento,
y desde ese acto compartirse
en mil gravedades
y levedades simples
No hay cambio de fila,
ni cambio de habiente,
ni enfados, ni desenfados,
ni estará por venir conmigo
nada que no se haya dado.
Lo que tengo es lo que doy,
si lo ofrezco por qué zaherirlo
o encadenarse a lo meritorio
como algo connatural y necesario.
Si de verdad existe un destino
actuar con él y no abandonarse
con los ojos en blanco,
hasta perder inevitablemente
la perspectiva.
Nená de la Torriente