jueves, 21 de mayo de 2020

Pensaba en esto y en aquello, esto eras tú,
y tú seguías siendo aquello...


Tanto buscar y la vida es esto, 
un segundo detrás de otro 
casi imperceptible. 
Pleno, 
sencillamente pleno. 
No hace falta levantar edificios 
humildes o desmesurados castillos, 
ni rodar más deprisa 
que las ruedas de los carros. 
No necesito que me lleves a las Hébridas 
para tomar un whisky, 
ni que reinventes primaveras 
en edenes bíblicos. 
Puedo contarte lo que siento, 
eso necesito, 
puedo compartir mis contiendas, 
eso necesito, 
puedo dormir a tu lado. 
Cree en mí como yo te creo, 
como creo en la noche, 
en el yunque, 
en el rayo sobre los montes, 
como creo en el tímido sonido 
bordeando lo que apenas distingo, 
en el amor hacia los débiles, 
en lo hermoso, en lo cotidiano. 
Siénteme en ti como yo te siento, 
como siento la soledad enganchada 
a mi camisa, 
a la flor 
que ha de llegar cada primavera, 
como siento mi voz cuando hablo sola, 
al sonido del agua en todas sus versiones, 
como advierto en brote a las pieles. 
Y es que la vida es sólo esto, 
un segundo detrás de otro 
casi imperceptible, 
alejado de ninguno y al abrazo de todo, 
y pleno, 
sencillamente pleno. 

Nená de la Torriente