miércoles, 22 de febrero de 2017


No cabe redención en el reposo, 
todo es umbría 
encima de esta cencellada; 
hasta el olor a frío nos aborda 
dulcemente frágil. 
Deja que te escoja, 
por una vez alza la mano 
y mírame, 
que el sabor a tierra se oculta 
en la memoria del último brote, 
y hasta el mar se aleja de sus botes  
en retroceso homicida. 
La eternidad existe ahora, 
en este grano de tiempo perdido 
donde el musgo no nos camina, 
aquí, en esta extraña presencia 
de lo desierto,  
que conspira 
para albergarnos libres. 



Nená de la Torriente

viernes, 10 de febrero de 2017


Borro y compongo, 
torpemente. 
Deshago antes de besar nada 
esperando ser quima y no raíz. 
Imagina si yo eligiera, 
si no fuese sólo esto 
que es arrancado 

¡Qué suerte de despertares tendría! 
¡Qué milagrosa imagen 
de un hematoma dulce! 

Aquí me tienes viento, 
levántame del suelo y arrástrame 
hasta donde puedas, 
haz mi voluntad de vivir cierta 
e inagotable, 
a pesar de su inherente consternación  
y de estos premiosos días 
de tiniebla absoluta.  



Nená de la Torriente