MARTES CARGADOS DE SÁBADOS
Tú como tantos no pasas para quedarte
y eso no me aflije,
todo queda en una mala siembra de memoria,
en textos no escritos sobre pozucas de agua.
Tú como tantos eres en ti
como todo se contiene en sí mismo,
la medida exacta de tus ojos-espejo
ladrones de la belleza de este mundo.
Tú como tantos llegas en tu reinado silencioso
y el gris desaparece o reaparece,
y parten los olvidos de dos en dos
en filas simétricas
rozándonos los hombros desnudos.
Tú como tantos te has parado frente a mi puerta
y tenía que ser ahora y no antes,
porque tal vez te has llevado un aroma,
el color grato de este o aquel pétalo,
el descanso en alguna parte al que llamar sin nombre,
y eso no me aflije,
todo queda en una mala siembra de memoria,
en textos no escritos sobre pozucas de agua.
Tú como tantos eres en ti
como todo se contiene en sí mismo,
la medida exacta de tus ojos-espejo
ladrones de la belleza de este mundo.
Tú como tantos llegas en tu reinado silencioso
y el gris desaparece o reaparece,
y parten los olvidos de dos en dos
en filas simétricas
rozándonos los hombros desnudos.
Tú como tantos te has parado frente a mi puerta
y tenía que ser ahora y no antes,
porque tal vez te has llevado un aroma,
el color grato de este o aquel pétalo,
el descanso en alguna parte al que llamar sin nombre,
y yo me alegro por eso.
Nená de la Torriente