domingo, 31 de mayo de 2015


  Ya no llora tu vientre 
sonríe 
como las caracolas que trepan 
desde el camastro marino. 
Vienes a recordarme todas las cosas, 
todas y ninguna, 
porque el mundo cabe dentro de mi boca 
y la infinita paz 
aquí   
                            entre mis piernas. 
Quedan rastros de lluvia  
y una giba de versos pálidos 
entre las sombras más imprecisas,  
el espacio interminable del silencio 
que grita 
en cada portal que cruzo, 
y esa falsa amnesia que en el anular 
anudo 
cuando te escribo, 


porque no me quisiste 
porque no te he querido
y porque el amor se hizo  
guillotina 
                  al convertirlo en un sueño.  



Nená de la Torriente

jueves, 28 de mayo de 2015

TE BUSCO

Tengo la osadía de la lluvia 
que abre brechas en la nube 
y precipita su carrera 
hacia el vientre del mundo. 
La constancia del sol 
por levantarse cada mañana 
y limpiar de olvido a las esquinas. 
Tengo el atrevimiento de la palabra 
que va buscando el mutismo 
y la obstinación del beso 
que incansable busca el terremoto. 
Tengo la inocencia 
ante el montón de incumplimientos 
por renovarse postulante  
y la paciencia de la ola que saluda 
a la misma playa 
una y otra noche.  
Tengo la raigambre de lo vivo 
que persigue a la luz 
contra todo pronóstico 
y la sed de los jardines 
en todos los agostos. 
Tengo la fe y los cantares, 
la pluma que sostiene a la tierra 
y la desarma, 
la voz que madruga 
y el disparo de risa que levanta el vuelo 
a las palomas. 
Tanto tengo 
y tengo tanto 
pero no consigo encontrarte 
ni que tú me pertenezcas.  



Nená de la Torriente

domingo, 24 de mayo de 2015



Dentro de tu barba me columpio 
conozco la menta y el vino 
en todas sus estaciones, 
envido al arcano mayor de la tristeza 
y le invito a formular un poema 
que alcance al corazón del rododendro. 

Dentro de tu barba, 
barbotina 
para hacer mil vasijas al fuego, 
collares de arcilla, 
locura de locos trashumantes 
en busca de lo infrecuente 
y ecuménico, 

cedazo de gotas de caldo 
de fascinante procedencia, 
pedacitos de muñecas 
que van en busca de un solo cuerpo 
-sea real o no lo sea- 

Y me dices: 
‘Nunca encuentro lo que busco’ 

Y te digo: 
’Lo que encuentro 
ahora sé que me buscaba.
¿Somos?' 

'Claro que somos'  
me contestas. 



Nená de la Torriente

jueves, 21 de mayo de 2015

LIBRE

Libre 
es dentro y fuera del océano 
el pez que palmotea como un hombre, 
que ser tritón en busca de sirena 
le durará un combate, 
hasta que ponga sus ojos 
en la otra bella de dos piernas. 
Libre 
para soñar con montañas 
cuando se es meandro y 
terciar hielos en el delta florecido, 
frente a una vieja palmera  
con ojos aún de asombro 
e infinito desconcierto. 
Libre 
para amar y desamar en un día, 
y volcar en mil colchones toda la alegría 
que un solo lecho nos niega, 
sentirse víscera y promesa 
sin arraigar en ninguna parte, 
en   nin  gu  na  
parte. 
Libre 
para ser misericordia y villanía 
y retrato de un porqué tan libertario 
que su fausto resulte irreverente, 
soez, desvergonzado, 
el tacto que no roza el codicioso, 
el glotón,  
 el insaciable.  
                                


Nená de la Torriente

miércoles, 20 de mayo de 2015




Qué bárbara manera de electrocutarse, 
de ver lo que no existe en cada línea. 
Somos al final lo que desandamos 
conscientes de lo que una vez no entendimos. 

Apostarse en la ventana y abandonar la mirada 
volando en torbellino,
acariciar la idea de ser siempre el camino 
el único que recogiese sus pasos, 
siendo medida de sus labios 
 y expresión de su pulso. 

Qué bárbara manera de reprocharse, 
de deshabitar estancias 
que siempre fueron suyas, 
de no tenerse entre las cosas 
que siguen buscándose por su nombre. 

Y dejar de creer casi de golpe 
en todos los hombres, 
todos y cada uno,
aquellos que en sus ceñidas manos,
de pronto invisibles, 
le vendieron la belleza de un amor 
como ninguno. 

Qué bárbara manera de maltratarse. 



Nená de la Torriente

sábado, 16 de mayo de 2015

VIVIR

A la ligera sostienes mi gravedad, 
como yo sostengo el mundo 
con estas dos manos de madera. 
Hemos vivido en la galena 
y en el olor a combustión 
de todos los infiernos, 
en la preñada explosión de las flores 
hasta asaltarnos el aliento 
dejarnos azules, 
en el pentimento de los placeres 
que tapizamos con pájaros inmóviles. 
Tú apoyas la espalda en mi espalda 
y rechazas llenar la copa con resacas. 
Piensas que la cana ha valido la pena, 
y que las alegrías, 
tantas alegrías que llenaban las sábanas 
 no podrán desanudarse 
de nuestras pieles, 
ni con la amnesia más severa. 
Yo creo lo mismo que tú 
pero 
 aún sigo sorprendiéndome. 


Nená de la Torriente

viernes, 15 de mayo de 2015

LÉEME DESPACITO 

Tengo el amor descubierto, 
delatado, sin ropita, 
como un llorón inclusero que 
va llamando al primer abrazo. 

¡Inocente! 

En temas de amor conoce más 
el que batalla 
y antes ha de conquistarse la colina 
y barrer las trincheras y horadarlas, 
hasta que no quede légamo 
sino aguas inciertas. 
Todo vaya por delante 
que el propio calor de manta y la tibieza, 
que lo terrenal gana por una manga 
al brillo de los ojos, 
ese que culmina cuando todo estalla 
y nos ahogamos en monosílabos. 

¡Ay amor! 

Que de eso que buscas ya no queda 
y vendrán a taladrarte la malacuenda  
con el ensarte preciso, 
por saber que estuvieron en un inciso 
cuando tu emoción estaba hambrienta. 

¡Despierta!



Nená de la Torriente

lunes, 11 de mayo de 2015


Digno 
Dignamente 
Aparente dignidad desentrañada 
por un Digno mucho más Digno. 
Leal 
Lealmente 
Bajo promesa siempre prestado 
de palma abierta y puño desvanecido. 
Envilecido 
Desarmado bajo palio 
Maullido de gato frente a su reja 
bajuras y lagrimeo en la arrasada boca. 
Amante 
Amorosamente prestado al débito falsario 
Dos te quieros y un te traspaso 
a las puertas del infierno. 
¿Cómo voy a quererte? 

A ti no podría. 


Nená de la Torriente

domingo, 10 de mayo de 2015

                                            
                              Todo se despierta 
                                                  pero no a la misma vez. 
 


No te condeno a mí  
-pensó el árbol al mirar el cielo-  
aunque podría 

y al mover las ramas sintió el viento 
y las hermosas nubes 
como algo suyo. 



Sumó cincuenta  anillos 
hasta darse cuenta 
de quién era el condenado, 

y que aquellas nubes, 
las estrellas en su punteada cuna 
y el azul menguante
nunca fueron suyos. 

Cada una 
de las maravillas del mundo 
se miró  a los ojos de otra 
y cometieron idéntico engaño,  

el error de medirlo todo 
desde su propio corazón. 




Nená de la Torriente

viernes, 8 de mayo de 2015


Alquilantes en un mercado de abastos, 

un bonito sobre, 
         una sonrisa, 
el mentón por encima de la colina 
apuntando un norte 
         que ya no existe. 
Así os veo tantas veces 
que golpeo el rosario 
         de buenas 
         intenciones 
para que no me sorprendan mucho 
         las malas, 
esas que vais a darme 
         inmerecidamente. 
Oxidantes de la palabra 
hasta el punto 
         de provocar mi sobrecogimiento. 
Sois tan iguales, 
         tanto… 
Que no puedo dejar de buscar al único, 
por parecerme incomprensible 
         su 
  im 
                       per  
        do
              na
    ble 
                     ausencia. 

Nená de la Torriente 

domingo, 3 de mayo de 2015


De espaldas al mar, en silencio, 
puedo escuchar todos los sonidos 
y el lenguaje de los peces, 

como de espaldas a tus ojos puedo verlos 
y sentir la misma inmensidad 
con su alharaca íntima. 

No te lo había dicho, 

pero he escuchado tu vientre 
sobre este prado, 
tu aliento sin fiereza 
y hasta tus manos 
en la hilera de amarillos. 

Ahora entiendo que el amor 
es una falca 
entre tus cosas, 
un enganchón simpático 
al que no se le condena. 

Pero sé que no fuimos nosotros 
los que pisamos la luna, 
ni supimos escribir 
con cautela 
nuestros débiles secretos.

Me determino a volver a nacer 

mucho antes del principio, 
cuando aún no existían las medias barricas 
ni las enteras, 

las soflamas,

ni todas las palabras artificio. 




Nená de la Torriente