lunes, 30 de enero de 2017


La noche tiene          un agujero blanco 
y pequeñas                fisuras claras. 
Yo tengo un velero   sin jarcia 
y una tormenta          sin agua. 



Un universo impreciso 
desde mi boca sellada, 
y un fulgor de luciérnagas 
en mis dos gotas de agua. 



La noche tiene una hamaca 
encima de mi ventana. 

Yo una vieja gualdrapa
y frío, 
y frío en el alma.





Nená de la Torriente

miércoles, 25 de enero de 2017


Tú entre todos los tú.  
Al socaire 
de tu frágil sombra, 
desnudo pentimento 
de primaveras fecundas.  


Nená de la Torriente

sábado, 21 de enero de 2017

Mírame como yo te miro  



¿Lavo el espíritu? 
¿Cómo reconocerlo 
entre sus muchas sábanas? 

No me juzgues todavía. 

Soy nadie y lo soy todo. 
No hay teatro ni drama, 
ni novedad por un siglo más romántico 
que otro, 
ni cabeza de alfiler, 
ni creencia en un megamío inútil. 

¿Por qué te escribo? 

Porque sufres, 
porque te quiero, 
porque aunque no me lees 
tal vez un día me encuentres 
buscando una receta de gnocchi, 
o me sientas   
en el intervalo 
de una exhalación minúscula. 

No somos lo mismo pero 
somos casi lo mismo, 
un intento de seguir luchando 
para dar sentido a todo, 
un abstracto escaso 
por su ambigua instancia   
pero excelso en su origen.  

Estoy contigo 
y eres tú conmigo, 
idea y término 
en naturalezas casi idénticas, 
porque sólo las pasiones nos viajan 
por caminos oblicuos 
y definen un pulso de otro pulso. 

Por favor no me juzgues. 



Nená de la Torriente 

martes, 3 de enero de 2017

Benvingut 2017
 

 
Regresa enero
a los espacios de humo,
a repatriarse en los sueños
que otro enero encendió,
a ser la voz de la inconsciencia y
el trastorno más dulce.
Regresan las uvas,
doce suspiros, doce tragos,
doce besos, doce manías,
intervalos exactos 
para resucitar a la magia.
Ven conmigo desconocido,
elogia el prodigio de cada día
más allá de la esperanza,
e impreca cada advenedizo
y estúpido sentimiento de culpa,
para que se distancie
tanto como pueda.
Ya estamos de vuelta,
casi todos,  
un año más, nunca uno menos,
amando a la vida
con todas sus inclemencias,
haciendo sitio a cosas sencillas  
en su gentil transparencia,
 
y un mucho más,

y un poco más lejos. 
 

Nená de la Torriente