jueves, 30 de julio de 2015


Lo que hay de verdad en un temblor 
así será la semilla. 
El escapo, el beso lento primero,  
poco después largo 
que intimará dos lenguas 
en una sola laguna, 
sabiendo navegar sueños 
de velas inhiestas con vientos variables. 
Las promesas, hojas que irán cayendo 
en las estacionen amarillas, 
lentas o a tropel pero con dolor todas ellas. 
Las quimas, 
esperarán bordear los labios 
tantas veces como el calor del relámpago 
les venza o les empuje, 
serán las ganas de lucha 
que quedarán 
bajo tanta derrota o encima de ella, 
triunfando en la hoguera del sol de mediodía, 
donde la palabra Fin aún se desconoce. 

Alimentarás la tempestad 
pero el árbol seguirá creciendo. 



Nená de la Torriente

martes, 28 de julio de 2015

Escríbeme

Escríbeme a la vuelta del mundo, 
aquí detrás de los pinos 
donde se acaba todo. 
Cuéntame cómo te fue y 
qué cosas te confundieron tanto 
como para dejar de tumbarte 
con los ojos puestos en el infinito, 
o como para olvidarte de aquellas otras 
que de verdad eran importantes. 
Escríbeme después del yo, 
después del tú, 
del nosotros, 
cuando el misterio invite 
a la sin búsqueda porque nada importe, 
porque todo esté dicho, 
porque se desmaye la voz 
en la comisura del labio 
entre tantos modismos. 
Escríbeme entonces, 
cuando lo que haya que contar 
no sean caminos sino esencias mismas 
y no te queden dudas 
y me ames entera, 
y cuando por fin creas 
saber quién eres 
y no te derrumbes. 


Nená de la Torriente

domingo, 26 de julio de 2015

A los ustedes que no llegaron a entenderme


Qué dice usted. 

Sólo habla y yo me aparto del camino 
para escuchar sus voces todas, 
y es que me muerden sus letras y éstas 
tan aparcadas desfallecen 
como flores de un solo día. 

Entiéndame. 

Sólo quiero querer 
y las palabras llaman a los conceptos 
como éstos a las cápsulas de tiempo 
y a todo lo aprendido. 

Yo no sé si estoy o alguna vez estuve 
en esas maneras tan arcaicas,  
ni en esa medianía menguada 
y decadente. 

Desventurado o no  
mi reino queda muy lejos, 
inconexo de todos los reinos que usted conozca 
o haya conocido. 

Que no hablo de un amor en la escala 
que cualquiera esgrima, 
 es posible, 

pero tengo una llave infalible 
de lectura inmediata 
de todos mis mapas anexos, 
que son mis ojos, 
a los que hay que descifrar 
en un lenguaje diferente 
a todos los lenguajes, 
y sólo una persona será capaz de hacerlo. 

De eso siempre he estado segura. 

Y usted 
no será quien vaya a hacerlo. 



Nená de la Torriente

viernes, 24 de julio de 2015


Me empujáis hasta el hierro 
y queréis que me vuelva olvido 
y yo quiero volverme olvido, 
os lo juro, 
pero no puedo. 
El niño dice que no hable en plural 
pero soy un vosotros conmigo 
en paradigma complejo, 
y os ofende si se me ocurre el regalo al amigo 
mucho más amigo vuestro. 
Si doy porque doy 
y por cómo doy a ciegas. 
Si lo intento porque soy 
siendo en exceso. 
Si escribo de amor porque borboteo 
como el membrillo cociéndose 
con demasiada azúcar. 
Si voy soy atrevida 
y si no lo hago parezco una altiva 
sin membrete, con absoluto atrevimiento. 
Si demuestro afecto,  hipócrita, 
si sólo es afecto, una cobarde o sabe Dios, 
que dicen que  todo lo sabe. 
Si paseo pasión soy una niña 
con un juguete entre las manos 
a punto de romperlo siempre. 
No puede pediros que dejéis de pensar 
porque yo he aprendido ahora 
a desconectar de mi misma 
y dejar de interrogar al mundo 
me parecía un imposible. 

Perdonadme si alguna vez 
sin intención 
os he ofendido, 
pero sinceramente 
no voy a castigarme por eso. 



Nená de la Torriente 

jueves, 23 de julio de 2015


Detrás de todos los olmos 
una palabra se enrosca en mi lengua 
atolondrándome. 

Morirse en la tierra 
y renunciar al paseo, 
como si alguien estuviese llorando 
bajo mis piernas.

Eso he conseguido:
La infinita sonrisa y la celda infinita. 

Levantar las duras puertas ilusorias 
y pensar que he tirado ventanas 
todas ellas de papel y lluvia, 
dulcemente perfumada de lo que quise 
y nunca logré que fuera. 

No me llores ahora 
-me digo- 

Pero se me escapan las agujas 
de los ojos 
como un sueño en plata 
que quiere descoserse en negro, 

no sin herir los cincuenta años 
que traigo vestida.

No me llores ahora 
-me digo- 

Pero un viento repentino 
rompe 
el límite de agua en la mejilla 

y olvido que los olmos 
no estuvieron siempre, 
como que yo acabo de llegar ahora. 



Nená de la Torriente

miércoles, 22 de julio de 2015



Si esto fuera un poema 
amanecería contigo, 
sabría volcarte con suavidad 
en la marea de su humanidad de verano. 
Acercarte por la orilla de todas las aceras 
en sombra, 
pedirte amor bajo cualquier hoja 
de árbol 
y traerte el abanico de esta o esa brisa 
burlada a la esquinas. 
Si esto fuera un poema 
olería a cuerpos y a jazmines, 
a papeles y a la risa loca que llega 
tras el llanto. 
Tendría el amarillo de los campos de Castilla 
y el atrevimiento de su furia violeta. 
Pero esto no es un poema, 
es el deseo 
de hacerte una fiesta, 
de extender un mantel sobre el mundo 
y sacar el vino, 
es la ilusión de besarte, 
de morderte, 
de bailarte 
bajo la inmensidad de todo un universo. 



Nená de la Torriente

lunes, 20 de julio de 2015

A PABLO CORTINA



Hoy, en este pulso convulso,
en este tic toc
que no tic tac de ahora, 
un muy, muy poeta es Pablo Cortina. 
Pero por favor no me confundan, 
que no es mi músculo espacial 
sino en esencia y especias
el que se derrama en un mordisco, 
que siempre estamos en banalidades fatuas. 
Él es él y sus cosas, allá ellas 
y sus redondeces y esquinas; 
pero su Neurona-Reina 
acapara no un enjambre, hormiguero, 
asunto o perspectiva, 
que con tiempo o no 
tiene el poder de gobernar muchas lenguas 
(Fe ciega tengo) 
¡Va por usted señor fantástico,
músico, poeta y sabe Dios!
Levanto sin soborno alguno
el sombrerito
por cada uno de tus soberbios
(Que no es afecto, 
amistad de grupo, de sin grupo,
de lo que sea)


Y contigo.
Te leo y te releo siempre.



Nená de la Torriente
El anti-poema


Me dijo un barbilindo 
que dejara de escribir, 
que no os llenara los ojos de letras, 
demasiados poemas, demasiados. 

Tanta serie se convertía en número 
y éste en algo tan mecánico 
que cualquier inclemencia oxidaría, 
arruinando su apetito. 

Todo necesita un reposo. 

Me dijo mi joven purista 
que nunca sería una poeta, 

-poetisa me daba la risa- 

entendiendo 
que entendía lo que escribo, 
no el modo en que entraba el aire 
en mis pulmones. 

Anhelaba que me tocarais por dentro, 
tanto como desaparecer 
cuando todo quedara por decir. 

El agravio no podía ser 
una condena a la exclusión, 
y si lo fuera  
no podría incriminaros

estarías siempre eximidos. 


Nená de la Torriente

domingo, 19 de julio de 2015

Cuando esos ojitos lloran 
los platos de todas las mesas 
se rompen, 
cuando esos ojitos lloran 
nada descansa. 
Los días condenables, 
las noches condenas 
y una larga lengua de vergüenza 
nos lame 
con la pálida de una vaca. 
Cuando esos ojitos lloran 
la memoria de los vivos 
se gangrena, 
cuando esos ojitos lloran 
las palabras enferman, 
el silencio se encrespa. 

Y aún esquinas los codos 
y preguntas airado 
dónde arrinconé hoy 
tu poema,
y es el amor el que nos encuentra
y sólo él 
el que nos conoce y nos reescribe.

Nená de la Torriente

jueves, 16 de julio de 2015


Yo te habría nacido 
sólo por matarte a placeres. 
Habría alzado tu boca 
hasta la esquina más alta de la más alta antena 
para que llegasen tus palabras 
a una galaxia desconocida. 
Te habría devorado 
para protegerte de tanto estómago 
vulgar, desapasionado e ignorante. 
Te habría macerado con un orujo 
impío y delicioso, 
y fuerte 
y padre 
y madre, 
convirtiéndote 
en el licor más codiciado del mundo. 
Una sola gota de ti 
y el sexo 
habría sido 
una 
insignificante  
anécdota 
en la necesidad 
de todo ser humano. 



Nená de la Torriente

martes, 14 de julio de 2015



Ya sé que enseño lo que no sé enseñarme, 
que pinto lo que no sé pintarme, 
que puedo vestir cientos de miles de muñecas 
y no sé colocarme la blusa 
sin abotonarme bien ni un solo ojal. 
Sé que puedo idear paraísos y vivirlos 
hasta el vértice del delirio, 
pisar líneas de tiza, 
borrar memorias, 
fragmentar Borazón 
y reírme con todos los dientes 
como si el cielo se abriera para sacudirse en aguas. 
Sé que sin saber nada 
juego con la ternura del que sabe jugar, 
no con la soberbia del que cree que lo sabe todo 
y sé que me equivoco al pensar que puedes sanarme, 
que tu amor puede sanarme, 
pero insisto en buscarte 
y eso seguirá condenándome.  
No me reprendas por ello 
sólo desanímame algún lunes que otro 
y algún martes, 
y los jueves,  
y todos esos días que me vengas a ver.  


Nená de la Torriente

lunes, 13 de julio de 2015


Solías escribir poemas... 

Volverán las promesas a anidar 
en el suelo 
cuando los sueños nazcan desde la tripa, 
que para restarle a uno su cómplice 
se pierden las alas y 
uno se hospeda en cualquier parte, 
allí donde los pies se sujetan solos. 
Volar cuando lo que quieres 
es quedarte quieto, 
bucear en arenas ciegas 
en busca del agua más limpia, 
siempre errado 
errante de palabra estrecha. 
¡Cuánto amor cabría en esos renglones 
que no llegaste a escribir nunca! 

Si te hubieras escuchado… 



Nená de la Torriente 

domingo, 5 de julio de 2015


Todo este tiempo 
mis hilos han sido tallos de margaritas, 
y ya poco queda de este vestido infantil 
al que se le han ido cayendo los remiendos 
-ocultando verdades molestas- 
He querido mantenerlo, y 
mi lucha ahora es que no me desnuden 
la piel y me descarnen el hueso, 
como si fuera pulpa de aguacate maduro. 
Ya sé que te prometí no más lamentaciones 
ni más ‘yoes’ 
¿pero qué voy a contarme que conozca 
mejor que a mí misma? 
Podría confesar cómo pasa mordiéndose 
el perro la sarna 
 en la calle estrecha del rico, 
pero los escrúpulos no van a enseñarse 
desde la palabra sino desde la tripa rota. 
No me reprendas, 
no he aprendido mucho, 
sólo he aprendido a querer seguir aprendiendo,  
y a que no me fallen las ganas 
después de haberme equivocado tanto. 



Nená de la Torriente

jueves, 2 de julio de 2015

 
Me recuerdas a las mañanas 
que se levantan viejas 
con ese olor 
entre cándido y gastado 

de un Madrid con memoria. 

Te llevo en la pupila 
de cada garito 
con polvo en las baldas, 
y con voces en las paredes, 
allí donde pinto y repinto 
un corazón 

con el índice en todas sus tablas. 

Me vienes a la boca 
con el primer trago 
y con el olor a geranios 
en los balcones, 
a los gritos del barrendero burlón 
que golpea la chapa del camión 

para que arranque, 

y a ese teléfono que esperas 
con ansiedad que suene, 
pero que sabes 
que no sonará nunca. 

Si los recuerdos fuesen aire 
que aprende a bailar, 
y la memoria baile 
que permanece quieto, 

sin duda tú serías la música. 



Nená de la Torriente