Yo te habría nacido
sólo por matarte a placeres.
Habría alzado tu boca
hasta la esquina más alta de la más alta antena
para que llegasen tus palabras
a una galaxia desconocida.
Te habría devorado
para protegerte de tanto estómago
vulgar, desapasionado e ignorante.
Te habría macerado con un orujo
impío y delicioso,
y fuerte
y padre
y madre,
convirtiéndote
en el licor más codiciado del mundo.
Una sola gota de ti
y el sexo
habría sido
una
insignificante
anécdota
en la necesidad
de todo ser humano.
Nená de la Torriente
Precioso poema
ResponderEliminarFoto maravillosa
Gracias Luix por tu comentario.
ResponderEliminarMuchos muas!
Nená