viernes, 31 de mayo de 2024

 


Y a cada poco una profunda revolución 


No te conté ni la mitad 

¿Qué sabes tú de mi alma? 

A estos ojos que ves me asomo siempre, 

aplazo mis pensamientos 

errados en quórum, 

buceo bajo un agua diferente 

¿Y dónde te quedas tú? 

Somos eso peor que el animal 

que busca la brecha y se precipita 

y culpa a la negritud de su caída 

¿Crees que no veo pasar tus dedos 

por mis renglones rotos? 

¿Qué no puedo notarte 

ni sentir el aliento de tu piel 

sobre mis planas? 

Siento miedo 

de lo que se va a manifestar, y 

mientras pienso 

sé que está sobreviniendo, 

 que llega de nuevo una asonada, 

un grito rauco desde dentro, 

un motín en riada, 

un pronombre terco que esculca 

sobre mi carne,  

cualquier gesto admonitorio 

de dolor. 

 

Nená de la Torriente