lunes, 15 de junio de 2020


Háblame aquí, ahora, 
con este aliento desadormecido,  
sin enemistades íntimas, 
sin vacíos llenos. 
A este lado del mar 
duerme la esperanza  
sin optimismo,
la ilusión, sin valimiento. 
De tanto desatar los nudos 
aprendimos a odiar la propia cuerda. 
Trepa conmigo, aquí, ahora, 
que la arena borra el camino del ojo,  
esconde la idea buida, 
ocupa con algas todos los claros. 
Salgamos de aquí, ahora, 
de estas dunas y sus mil cañas, 
de este pandemónium 
tan de nuestras lenguas. 
Volvamos a nacer, aquí, ahora, 
sin tiempo de perseguir ostentaciones, 
tú y yo, en brevedad consciente, 
débiles inmunes 
al pecado de los otros. 
Todo lo que haga falta para ser feliz, 
aquí y ahora. 




Nená de la Torriente