Delante
de mí no te calles,
yo
no estoy, ya me he ido,
si
te digo la verdad, me marché
hace
mucho,
tanto
que no recuerdo el día.
Sonrío
muchas veces porque
no
os veo -pero no me descubras-,
es
que ando de aquí para allá
buscando
el punto cero
-el
primero-,
con
el encefalograma plano
sin
poder hacerme cruces para
salir
de esta línea ¿dónde empezaría?
Estoy
cansada, si supieras cuántas
cosas
he visto y me he contado
tú
también sonreirías,
pero
no por falta de interés por lo que
tienes
delante,
es
porque eres un cocido que no termina
de
cocerse y se queda dormido
ante
el chapurreo de su propio guiso.
Nená de la Torriente