domingo, 7 de abril de 2013


Qué tiene la geometría 
de un cuerpo que marca al ojo 
y lo milita, 
y es capaz de perseguir un círculo perfecto
-allí donde es más redonda la espalda-
calle abajo hasta perderlo 
en un punto. 
No lo entiendo. 
Las geometrías humanas no hacen 
que mis ojos se abandonen en 
milicia alguna, 
quizá es que engullidas 
en tantas otras geometrías que la naturaleza 
crea,  es un conjunto más 
que se pierde en otros grupos 
y al ser tantos, 
las propias formas exactas desaparecen 
creando fórmulas mágicas,  esencias de
éstas,
sutiles ideas, 
sinuosas maneras de estar 
en el mundo. 


Nená de la Torriente