Qué
tiene la geometría
de
un cuerpo que marca al ojo
y
lo milita,
y
es capaz de perseguir un círculo perfecto
-allí donde es más redonda la espalda-
calle abajo hasta perderlo
en
un punto.
No
lo entiendo.
Las
geometrías humanas no hacen
que
mis ojos se abandonen en
milicia
alguna,
quizá
es que engullidas
en
tantas otras geometrías que la naturaleza
crea, es un conjunto más
que
se pierde en otros grupos
y
al ser tantos,
las propias formas exactas desaparecen
creando
fórmulas mágicas, esencias de
éstas,
sutiles
ideas,
sinuosas
maneras de estar
en
el mundo.
Nená de la Torriente