sábado, 20 de abril de 2013


Dime que no,  dulce de membrillo, 
bello pétalo enganchado en mi pelo, 
luz en la mesilla,  ángel que me timbra 
el alma y me besa la mejilla. 
Dime que no danzarín,  artista,  poeta, 
constructor de cosas nuevas, 
explorador de las pequeñas, con ojos 
de inocente niño. 
Cazador de instantes,  de suspiros, 
de pequeñas fragancias tan sutiles 
como lo más delicado que existe. 
Dime que no te irás nunca de este 
paraíso nuestro,  ni de este alacena. 
Que yo te tendré una cuna en mis brazos 
y una luna en la sonrisa, 
para que sigamos riéndonos del mundo 
como lo hacemos ahora. 



Nená de la Torriente