jueves, 18 de abril de 2013


No somos tan complicados. 
Al final sólo quiero 
una taza de leche con galletas, 
un cariño, 
un beso en el pelo y 
un suspiro. 




Esas cosas que no tienen precio 
y que nunca pedirías, 
porque ya sólo tienes edad 
para ofrecerlas. 
Al final sé que sólo quieres 
que te tomen en brazos y que te 
arrullen,  que te canten hasta que te duermas, 
y que te besen la frente cuando te hayas 
quedado dormido. 
O tú,  al final sé que sólo quieres 
que te abracen muy fuerte, 
que te digan que estás perfecta niña bonita, 
y que te griten cada mañana 
con todo el amor del mundo: ¡Suerte! 




Nená de la Torriente