Las
quimas del algarrobo,
manos
encallecidas de anciano,
se
retuercen en su salida del tronco
regañonas:
"Ahora
todo tiene que andar jodiendo
para
que suene a libertario y ¡miradnos!,
nuestras
flores dan frutos que aunque comen
las
bestias, su harina es rica en dulce
para
los paladares,
¡Parecéis
retrasados!
Siempre
haciendo el bucle del bucle
¡Cabezas
huecas!
Sois
los descendientes del primer hombre
que
succionó una caracola
y
masticó una berza.
Líneas
contrapuestas,
sólo buscáis la estética,
no
tenéis sentido celoso.
Volved
al campo y observad
mis
arrugadas ramas,
probad
mis ásperos frutos,
y
dejad de ser vaporosas medusas
copuladoras."
Nená de la Torriente