Estrellas
en la garganta
cuando
te ríes, como arácnidos
luminosos, múltiples criaturas
que
se reproducen solas.
Risa
viva y palabras que laten
con
un pulso nuevo
más
allá de su sonido, de eso
eres
capaz, y de tanto
y
de más que tanto;
del
látigo que la misma vida
al
nacer batanea y lloras, en
forma
de azote y boca abajo.
Nená de la Torriente