domingo, 7 de abril de 2013


El color se va arrimando 
a la sonrisa, 
como busca la música 
la piel para erizarla. 
Todo alrededor es magia. 
Tú,  porteador de la palabra correcta 
y el erudito diccionario, 
llamas almibarado e indigesto 
a todo lo que no invite a la razón 
a hacer genuflexiones, 
y aunque te comprendo, 
tu geodésico corazón será igual 
que tus quebradizos huesos, 
débiles y con cierta tendencia 
al resentimiento. 
Sí,  me dirás que no, 
y eso también lo comprendo. 



Nená de la Torriente