El
color se va arrimando
a
la sonrisa,
como
busca la música
la
piel para erizarla.
Todo
alrededor es magia.
Tú, porteador de la palabra correcta
y
el erudito diccionario,
llamas
almibarado e indigesto
a
todo lo que no invite a la razón
a
hacer genuflexiones,
y
aunque te comprendo,
tu
geodésico corazón será igual
que
tus quebradizos huesos,
débiles
y con cierta tendencia
al
resentimiento.
Sí, me dirás que no,
y
eso también lo comprendo.
Nená de la Torriente