Queda
mucho celado
que
destapar en su secreto,
no
me aparques el apetito,
no
me pongas excusas, no
me
confieses más pretextos.
para
una lengua sola,
demasiadas
frases para una mente
en
tránsito,
copioso
empeño para no viajar.
Levántate, estoy esperando,
saca
el viejo carro de su triste cueva.
La mente precisa bailes por
La mente precisa bailes por
cordilleras
de palabras inéditas
-no,
no las conoces todas-.
Y que lluevan cántaros de vino
tinto
y barricas de vino blanco,
que
aclaren la mente y la garganta.
Olvida
el óxido y el verdín de las medianeras
y
vuelve al camino, negligente caminante.
Siempre
anda reclamándote,
escúchalo.
Nená de la Torriente