martes, 23 de abril de 2013




No tener respuestas no es ser tonto. 
No dar respuestas no es ser  un cobarde. 







Decir que no tienes respuestas y 
que no puedes ni sabes darlas,  es 
ser un valiente y un hombre sencillo, 
donde la soberbia no le ocupa ni un 
centímetro de tela del bolsillo. 
No saber cómo explicar algo no es ser  
tonta.  
No explicarlo no es ser cobarde.  
Decir que no sabes y no puedes hacerlo 
es ser valiente,  una mujer sencilla que no teme 
la opinión ni las escalas de unos y otros, 
que vive con lo que come y gasta lo justo, 
y no desdeña ni hace juicios de valor innecesarios. 
Directos él y ella,  se hacen la vida más fácil. 




Nená de la Torriente