sábado, 27 de abril de 2013


Me agrada beber en copa.
Su esfera me deja jugar
con el vino,  y me da tiempo
a paladearlo, 
y así he aprendido su gusto 
el tiempo que se queda en la boca. 
Ahora retiro el vaso de vino  
y digo: 'No, no quiero un chato, 
quiero una copa de vino tinto'. 
Joven,  rojo intenso o violáceo, 
que no tenga más de seis meses 
para que llene de fruta aún mi boca. 
Si es tarde,  prefiero un reserva, 
del color del rojo intenso noche, 
que esté un poco embocado 
y tenga una distraída nota 
de especias y roble. 




Nená de la Torriente