No
me lleves donde ya no suenan
las
gaviotas,
ni
donde no huele a limonero.
No
me lleves lejos de las crestas
de
mis verdes, o terminaré olvidando
y
seré un ¿qué seré?,
siendo un cuerpo
con
su sombra,
buscando
un ¿qué buscaba?
No
me lleves lejos de mi raíz
aún
sabiendo que no he sabido donde estaba,
porque es extenderse entre demasiadas cosas.
No
me apartes de mí,
nunca
me apartes de mí y
de
este rompecabezas.
No
quieras hacerme a tu manera.
Nená de la Torriente