Qué
pueden comprender aquellos
que
su vida es un suma y sigue
y
una roca la sensibilidad,
no, el sentimiento.
Qué
saben si dices ‘acércate y’
o
‘aléjate y’, si todo lo reducen
a
cállate y bésame.
No
hay aula tan grande en el mundo
ni
paraninfo, para explicar ‘el cómo’
se
fragua el gota a gota de un roce
que
no llega a ser roce
pero
perfora hasta la misma médula
provocando
el escalofrío,
porque
la piel no puede contenerlo.
La
sensibilidad hace que el ser humano
dinamite
desde dentro
como
un puchero de barro
expuesto
del frío al calor.
Cómo
decir qué ocurre por dentro
cuando
una nutria exaltada te colea,
al
ver una amanecer despegar a solas
desde
una línea muy estrecha.
¿Cómo
entregar eso?
¿Cómo
regalar todo ese mundo de
sensaciones
únicas,
cuando
sólo tienes piel y escalofríos,
lágrimas
de gozo
y
palpitaciones vertiginosas?
Nená de la Torriente