dejo de pensar
que el amor es mujer
en su expresión exacta
como la tierra y la lluvia
y todas las constelaciones
Los árboles crecen en vicio
llenándolo todo
y cae de hinojos la noche
sobre el mundo
haciendo dormir al dalle
y al zapapico
A espaldas del cielo
para ti los segundos
para mi las horas
me olvido de sentir
e ignoro saber
que el amor es mujer
en su extensión más viva
Remotas las rojas soflamas
de una juventud bullanguera
ayer un domo la gloria
hoy rastrojera
sin la torpe
festinación de los niños
¡Ay
y para ti los segundos
para mí las horas!
Nená de la Torriente