lunes, 31 de marzo de 2014

LA NOCHE



Ahora cuando amenazo 
con ponerme a contar estrellas, 
puedo escuchar como se ríe la luna 
de toda la inmensa anochecida 
que me estoy perdiendo. 

Yo pensando en el enlutado, lóbrego, 
que la noche me muestra, 
como una mancha opaca y mate 
cuya única maravilla 
son sus diminutos puntos rutilantes, 

pero la redonda grande me enseña los dientes 
con mil risotadas. 

Sólo tengo que mirar con intención 
como se hacen las cosas, 
y llego a ver un millón de estelas 
de variaciones de oscuro, 
como un mar y su lento oleaje.

Veo la sombra blanca de la nube 
rozar graciosa las quimas más altas, 
hasta cómo el viento la levanta y la peina en corona. 
Siento las pupilas de muchos otros 
que buscan en lo impreciso las manos blancas 
de una luz distinta, 

y me doy cuenta de la magnitud del universo, 
porque cuando respiro profundo 

es él quien me inhala a mí. 






Nená de la Torriente 

domingo, 30 de marzo de 2014

Capullo 


No te atreves a bañarte en este lago 
porque tu ropa no es la apropiada -piensas-, 
y para bañarse en este lugar 
hay que quitarse los paños, 
el calzado,  y hasta los rastros de voz 
que heredamos y nunca entendimos. 

Sigues ahí,  frente a mí,  quieto, 
mirando el agua,  no sabes si debes o no 
acercarte más,  como si eso fuese una 
decisión determinante, 
y yo sonrío. 

Te veo como un capullo asustado 
que siempre 
necesitará de un perro lazarillo,  
¿te imaginas? 
Absurdo. 

Puedes cruzar los océanos 
subido a una tabla,  y
recorrer miles de túneles 
a siete u ocho pétalos; 
pero no sabes si la opinión de unos pocos 
te será inconveniente. 

Te quedas a media esquina 
mirando un lago insignificante, 
asustado 
sin saber qué hacer 
¿me baño? 
¿No me baño? 
Como el capullo 
de una margarita sedienta. 





Nená de la Torriente

sábado, 29 de marzo de 2014



Qué sabrán esos ojos 
de lo que ven estos ojos, 
de cómo tornan el color en signo, 
y el signo en grafía. 
Qué sabrán esas lenguas que 
todo lo proclaman 
de cómo enlazo con un garabato 
un olor a este cuerpo, 
y de este cuerpo a otro cuerpo. 
Una cualidad,  un carácter,  la runa 
formada en una frente y acariciada 
por mis dedos, 
como cualquier viejo tronco que late 
cuando reclino mi sien. 
Qué sabrá la sombra rastreadora, 
esa la luna que simulo que  persigo, 
las palomas en el lugar de las hojas, 
los semáforos rojos,  ámbar o verdes, 
de todo lo que voy pensando. 
Y qué sabrán las voces que andan conjeturando 
el qué,  porqué y el cómo, 
si no saben quién está detrás de todo 
lo que coloreo y escribo, 
ni cuánto me aquilata el corazón. 





Nená de la Torriente

jueves, 27 de marzo de 2014

-Hipo de Jueves de controversias-


Ya no quiero vivir en los portales 
de la misma consciencia, 
porque he visto su relatividad. 

No todos los portales son idénticos 
porque empleamos estructuras y materiales 
distintos,  palabras y conceptos 
de diferente peso. 

Al final lo que parece real 
no lo es tanto. 
Unos niegan cuando afirman, 
muchos rechazan cuando pretenden congregar 
y los que detestan cierto tipo de actitud 
en su protesta la están esgrimiendo, 

y así se inician pequeños asaltos desatinados 
e incoherentes en este mundo tan consciente 
que habla de sí mismo 
con cierta evidencia vital. 
-Cuando no con total propiedad-

Yo me ladeo un poco en esos portales 
y miro al bies, 
o dormito cuando me agotan 
las discutibles seguridades, 

porque siendo casi todo o todo replicable, 
habrá que hacer una carta de uno mismo 
y franquearse,  por si en un futuro 
hubiera que dejar testigo,  y no resistirse 
en ausencias. 





Nená de la Torriente

miércoles, 26 de marzo de 2014

RENACER



¿Acaso importa lo que piensen los demás 
cuando la esfera que compones tú 
se ha quebrado? 
Eres tú quién tendrá 
que remendarse en cuadrado, 
porque la espera no podrá, 
el círculo no sabría hacer el giro. 
Baja,  baja y derrámate en cañería. 
Baja y déjate ver esparcida, 
olvida tu nombre y lo que fuiste, 
muéstrate en agua llena de peces. 
Empieza de nuevo,  camina, 
si no puedes empuja tu cuerpo como sea, 
busca la esquina,  busca el borde,  la manera, 
saca fuerzas del pequeño guiño de tu cadera
y componte como si en ti hubiera una semilla. 
¿Acaso importa lo que pensarán los demás, 
acaso importa si te ven, 
acaso si no te miran? 





Nená de la Torriente

martes, 25 de marzo de 2014

AMOR AMOR AMOR


Es como recorrer una escalera imposible 
y ser consciente. 

Verse caer y seguir insistiendo. 

Qué vas a renovar en ese corazón 
si todo lo que te enseñan no te sorprende, 
no te desgarra,  no te tira del pelo y te lleva 
arrastras,  ni te grita bajo la ventana: 

¡Ei,  te amo,  eres todo mi mundo,
déjame entrar en tu corazón y devorártelo! 

El amor no se dosifica,  no entiende de eso, 
no racionaliza su estado, 
es un huracán desatado que confunde presa 
con apresado, 
que hace volar casas,  árboles,  la plata, 
la alpaca,  
todo a su paso. 

Arroya como un animal mudado,  mordido 
por otro insólito animal aún más sorprendente. 
Capaz de trepar una escalera imposible 
decúbito prono o supino, 
 sin hacer una sola flexión al ascender. 





Nená de la Torriente

lunes, 24 de marzo de 2014

CAUTIVOS

Atraviesa haz de luz 
lo que oculta, 
rasga de parte a parte 
la pavura que hay en su silencio. 

No dejes que una vez más 
la intimidación y la amenaza 
se lleven lo pulcro y 
dejen en su lugar 
lo desapacible y lo imperfecto.

Que lluevan conchas, 
no batracios, 
agua de orillas, 
no carne de tierra adentro. 

Que se abran los bornes 
o el diminuto agujero 
donde cupo una llave, 
y que salgan el botón y la ternura 
de lo oscuro presos,
antes de que ya no queden 
más prórrogas. 




Nená de la Torriente

domingo, 23 de marzo de 2014

SOLITUDE


No llamamos a las cosas por su nombre,
buscamos un nombre para cada cosa 
asido a nuestras costuras,
familiar y de distancia corta,
que no pueda escabullirse en tumultos,
ni confundirse con las de otros. 




Tomamos las frases en hipotecas bajas 
y las subimos de valor hasta que suenan 
violines, a veces violas,
e incluso guitarras a las que les faltan cuerdas. 
Somos farsantes malabaristas de fonemas 
o gentiles magos sin chistera,
tripulantes de una mercancía valiosa,
mucho, muchísimo más de lo que imaginamos. 



Son las 17:28, hace rato que llegué a casa
y el frío invadía las paredes.
Todo era silencio y en el piso de al lado
sonaba una canción.
Su melodía dulce y antigua y melancólica,
de otros otoños, de otras primaveras,
se me coló dentro de las pupilas 
en forma de aguas.
Por que ¿qué somos más que eso?
Una melodía sola, que se escucha
detrás de alguna pared
un día,
a alguna hora,
provocando sensaciones
que se escaparán sin remedio…




Nená de la Torriente

Beso la noche con mi beso 
más tierno, 
que me permite ser siendo una 
y siendo todas. 

En la penumbra de cada esquina 
sin salir de un habitáculo 
puedo escuchar el mar y 
zambullirme como una sirena. 

La luz del flexo me convida 
a una barra de labios 
y me nombra como Ángel 
para dislocar al demonio la rótula, 
y que no me siga. 

Soy la que mira a las estrellas 
apoyada en la almohada, 
siendo capaz de contarlas e 
inventarlas de infinitos modos. 

Pongo nombre a las sombras 
y me cubro el rostro, 
no vayan a ver cómo sonrío 
y las imagino sencillas azucenas 
con zapatitos de baile. 

Siento que la noche es mía 
como yo me pertenezco, 
y aguardo unas horas de enredo 
escuchando al siempre brillante
Quevedo 
y al divino Larra, 

hasta que llega la dulce Storni 
a susurrarme la paz
que dormita en las conchas marinas,

y no alcanzo a saber 
como todo enmudece 
y llega sin más la amanecida...




Nená de la Torriente

sábado, 22 de marzo de 2014

ENCASILLADOS

Tantos tablones para construir 
tu despacho, 
como tantos hilos 
para tejer tu parpusa, 
como tantas palabras para 
alojarte a ti. 

Ahora ves tus manos 
con oquedades despejadas 
a un suelo sin agua que se desquebraja 
y no han servido las componendas 
ni los acomodos, 
los tablones,  ni los hilos, 
para llenarte de ‘algos’. 

Tampoco las incesantes palabras, 
una a una que prometían cosecha: 

La voz de un hombre entero 
que no sólo hablaba de justicia, 
sino que siempre era justificable 
su ímpetu justiciero. 

Y tú lo sabías,  que esa integridad 
no la sentías,  
ni la ibas a tener nunca. 





Nená de la Torriente 

viernes, 21 de marzo de 2014


Serios y monótonos los verbos 
del hombre crecido. 

Fueron más hermosos y cándidos 
los que sonaban 
cuando iba descalzo.

De qué le ha servido la cana 
y la arruga, 
de qué la enseñanza profunda 
de qué tanta experiencia.

Los almendros no le han contado 
de la condición cíclica de los momentos, 
¿acaso no se ha fijado en el vaivén 
infatigable de las olas? 

Aún le dice la bendecida primavera: 

'No subas un peldaño en piedra 
y pierdas la perspectiva,  tú, 
que siempre lo has visto tan diáfano. 
Que sea tu propio registro 
el que valore tu alzada, 
no el elogio de los demás'. 




Nená de la Torriente

jueves, 20 de marzo de 2014

TODO NOS MIRA

Invítame a brotar en verde 
en tu desolada seca. 

No me reprendas 
por lo escandaloso del trazo 
y porque me guste darle 
el envés al viento 
cuando baja por la colina 
con orgullo de tragaplantas. 

No te enojes porque ame a
la flor 
de la Jara y su tacto untuoso, 
no toda rama ha de asirse a otra rama 
y no es que reniegue de mi color, 
es que ella es tan,  tan generosa 
en su espontánea forma, 
que ¡cómo no adorarla! 

La vida pasa tan despacio aquí 
en los días soleados, 
y en las noches 
de sombría luna oculta… 

Que nos da tiempo para observar sin ojos, 
para escuchar sin oídos y  
para amar sin corazón. 

Y con todo lo que poseen los hombres,
ante nuestra escasez manifiesta  

¡qué necios nos parecen 
tantas veces! 







Nená de la Torriente

miércoles, 19 de marzo de 2014

LA MALDAD 

Salvamos a la fiera 
para construir al hombre, 
pero confinamos al endriago 
a la mazmorra de los cuentos

Caminabas descalzo 
encima de los gritos. 
Parecías la seda negra 
que envuelve a los finados. 

Pensamos que no era coherente  
que hubiera un hombre 
con los sentidos tan mutilados 
y te llamamos así, 
y aun así suspiramos, 
a cualquier criatura monstruosa 
podría brotarle una lágrima. 

En cambio leímos tus historias 
y compartimos las noches 
contigo en pesadillas  delirantes, 
olvidando alejarnos del verdadero monstruo:

El que se sienta en sillas altas 
y come sobre manteles de lino. 





Nená de la Torriente

lunes, 17 de marzo de 2014

NUESTROS NIÑOS



Cuando me lloran los versos, 
cuando ríen, 
cuando se cuelan detrás de los chopos 
a buscar los maizales perdidos; 
A jugar en el terraplén 
descarnando  las rodillas, 
bajando a esquiar 
sin nieve. 

Cuando escribe mi cuerpo y 
dirige mi mano como un director 
de orquesta, 
todo lo que mi sangre palpita 
desde un adentro que desconozco. 

Pero cuando me hablan los versos 
desde fosas ignominiosas, 
donde niños padecen hambruna, 
tropelías,  desafueros, 
una sólo letra oprime levemente 
hasta que sangra la tierra. 

Sólo entonces desaparecen los chopos, 
y los terraplenes, 
aquellos maizales perdidos, 
las risas,  los raspones, 
y hasta las ganas de jugar. 





Nená de la Torriente