jueves, 6 de marzo de 2014

Esplendor tardío




Olor del sueño que tarde aparece, 
que se instala sin permiso, 
 sube las persianas
y rompe los pernios
 de una sacudida. 

Sin antecedentes 
ni semejanzas, 
ninguna similitud con nada 
que antes hubiera surgido. 

Esencia invariable de una extraña 
primavera, 
donde al árbol con el tronco seco 
le brotan flores del color del vino.

El hombre aún no vencido 
sucumbe a ese perfume, 
con la asistencia de la razón 
en una mano, 
y en la otra, 
de su corazón,  el avivado ritmo. 

Sólo el torpe anósmico sigue su camino
(tal vez incrédulo o temeroso), 
dándole la espalda al árbol del tronco seco 
que le han brotado flores del color del vino. 





Nená de la Torriente