viernes, 7 de marzo de 2014

Usted, la muerte

El día que la muerte engalane 
la llamarán de tú. 

Pero la muerte no premia, 
no hace bueno al malo, 
ni candoroso al incurso, 
ni magnífico al mediocre. 

La muerte sigue siendo dama, 
una señora mal querida, 
no codiciada por el que ama 
la vida,  ni ambicionada 
por el que la teme, 
e ignorada por el que 
siendo humano, 
quiere perder 
lo que le causa calvario 
y la rechaza 
(el empecinado epicúreo). 

El que en vida es hermoso
muerto se le recuerda hermoso, 
imposible pensarle feo. 

(Absurdo sería 
hacer un giro completo) 

Al que muerto se le recuerde 
como un genio, o como un bárbaro,  
que sea siempre porque en vida 
lo fue.


                 ***
No llorarán las amapolas 
al segador que las cortaba, 
como no reirán en su tumba 
las hijas de un buen rey. 





Nená de la Torriente