martes, 26 de diciembre de 2017



Nada menos volandero 
ni tornadizo 
que tus ojos de lumbre 

Tu impaciente benignidad 

Su paso presuroso que mitiga 
lo súbito y calamitoso  
en estos y aquellos días 
tan nuestros 

He venido a tomarte 
desde mi colina invertida 

Desde esta silla estéril 
de remembranza 
donde lo tuyo y lo mío 
consterna claridad y negrura 
en un aula asenderada 

La luz 
es una loba sin descendencia 
Bestia única 

Un mapamundi sin siglo  
que a bocanadas 
reclama redención 
como la imagen de un naufrago 

Somos lo que fuimos 

Colmillos de esa fiera sin memoria  
bajo las farolas  
/siempre disímiles/ 

en el intervalo de la noche  


Nená de la Torriente

lunes, 11 de diciembre de 2017



Si me dan a escoger...
Una punta oxidada sobre una tabla con verdín 



Amor que amo    sɐɯɐ 
entre el cielo y la tierra 
¿Cuántos amores caben en una sola palabra? 
Tus manos turrón     Tus ojos yema 
No tiene que ser diciembre 
para que me sepas a Navidad
¡Qué cómo sigue la vida 
y no nos pregunta! 
¡Qué cómo pasa! 
¡Qué cómo llega! 
Los tiempos de demora 
gastan indubitables bromas: 
Atribulados apuntes que sonríen 
Sufragáneas regencias 
independientes 
El dislate 
su tensa disonancia

Si supieras cómo te extraño 
sin hacerme heridas 
Cómo bordeo tus verdes 
y me empapo en tus arroyos 
hasta la cintura 
Cómo golpeo mis piernas
en tus ruchos de piedra 
y  se quiebran mis rígidos pernos
con el sonido del mar 
¡Ay amor   amores! 
No me vendáis prendas 
de menor valía 
No me regaléis palabras con 
 equívoco peso 
ni vengáis a mí 
como el sonido del agua 
nunca idéntico 
en este flébil mes de noviembre 




Nená de la Torriente 

viernes, 10 de noviembre de 2017


'Los hombres intentan gobernar a los demás, 
pero evitan gobernarse a sí mismos' John Osborne 

Tenía una Q para quererte 
pero andaba distraída 
Una O para olvidarme  
de aquello que me aojaba 
Una I para el futuro 
/más de estos fueros 
que de otros incorpóreos
Tenía letras 
tan dispersas 
como mi piel de la tuya braceaba 
Una boca chica 
con una enorme lengua 
Un canal para bojear los delirios 
para avenar mis duelos 
La sonrisa  tatuada 
Tú tenías una casa en la colina 
El principio necesario  
Las palmas de las manos extendidas 
La alegría de vivir 
La templada y la mansa sabiduría 
El minuto eterno 



Nená de la Torriente 



martes, 17 de octubre de 2017


Frente a mi casa 
hay un árbol seco, 
  
a él acuden todas las palomas. 
El resto, verdes y abiertos, 

andan en exilio. 
¿Qué peor que un pacato? 
Nublado con una palabra 
cuando todas las delicadas 
se derrumban. 

La débil saeta puede inclinarse 
hacia la benignidad 

                             hacia la vileza. 
Tan delgada es su silueta 
que a penas tiene peso, 
pero cuando cae 

                 atruena. 
Sus líneas se entrecruzan, 
hasta las más férreas.  


Como mosca inválida  
golpea el cristal con su ala rota, 
zangolotina, 
temeraria,   
con interminables caminos 
a su menudencia 

¿Dijo qué? 
¿Quiso decir eso? 

¿Qué peor que un idiota? 



Nená de la Torriente

viernes, 15 de septiembre de 2017


Olvido escribir tapias 
muros 
aplazamientos 

olvido ser olvido 
si acaso alguna vez 
un poco

venderme rozagante 
espasmo 
ligera vibración en el vacío 

tu nombre 
mi nombre 
picar la puerta a media tarde 

agonías áfonas  
el ombligo 
la periferia 

olvido rellenar vacíos 
vanidades 
despachar esfuerzos 

empezar desde uno 
para amaromar el cero 
perderme 
justificar el reencuentro 

olvido volar 
y sangrarme 

amor 
que por amor se amarre  
el deshecho 
los desarmes

olvido angularme 
para alcanzar la recta 
ser palabra 
timidez 
engaño 

Me seduzco de nuevo 

acaricio mis pechos 
el umbral 
el desconcierto 
mi sexo en calor 
sin esfacelo 

te miro impreciso  
desatento 
como todas las cosas
de este mundo 

y te quiero ahora 
te quiero  

no antes 



Nená de la Torriente

jueves, 24 de agosto de 2017


No voy a contar con los dedos 
el mundo es demasiado grande; 
no éste de persianas bajadas, 
acordelado, 
con palabras y sonidos cíclicos, 
como el polvo besa a los muebles. 
No sirve de nada que te escriba 
de un universo desconocido 
bajo lo insondable del océano, 
ni que me pinte los labios 
con la savia de los árboles  
para que me veas más bonita. 
Los días son sólo días 
y la distancia 
-una coma perdida entre muchos papeles-  
el paso de un pigmeo 
en un espacio de titanes. 
Con este desahogo te cuento 
que casi nada importa, 
que creerse númenes en la tierra 
es un desvarío,  
pues abarcamos todo 
-lo que no nos pertenece- 
con empalizadas convenientes. 
Y entiendo 
 que no debo entenderlo todo,
que puedo ser alborada atardeciendo
-si se me antoja- 
o arroyo suspendido, 
en este íntimo silencio. 




Nená de la Torriente

jueves, 10 de agosto de 2017

B L a N C a N i e V e S

Enanitos /no duendes/ 
Seres humanos en busca de oficio 
Pueblos enteros 
de quehaceres minúsculos 
Temples finitos 
Temperamento 
apariencia 
entereza y severidad 
Crueldad 
bonhomía 
Perfiles /trazos/ 
el gruñón 
el tontín 
el tímido 
el sabio 
el insólito y el somnolencia 
hasta el feliz /infeliz/ 
recorren en sus pequeñas píldoras 
diminutos caminos 
En nuestras calles 
escaleras 
edificios 
plazas 
carreteras 
En las vidas de los otros 
en las nuestras 
como el que ocupa un lugar 
por derecho 
Pero su quizá /ventura/ 
no es sin una Blancanieves 
una razón para la alianza 
un sentido de comunión 
una bandera 
 /suceso, noticia, mártir/ 
una necesidad de cambio 
de otorgamiento 
que les asalte 
hacia algún destino 
el pulso 


Nená de la torriente 

martes, 1 de agosto de 2017

Sin tos  

Tomo las medidas del aire 

la languidez de la nube desde 
este rincón de marea baja 

la retahíla de 'sin pena y sin miedo' ' 
a la que me he ido acostumbrando 

La verticalidad es sólo una promesa 
entiendo 
como la horizontalidad un no se qué 
necesario 
y esta oblicuidad un acontecimiento 
recurrente  
que va y viene con entendimiento vago 

Hemos venido o hemos 'de paso' 
en este confín sin límites 
que si me sujeto a las trincheras marro 
entiendo 
y si me dejo empujar me desatiendo 
de este cuerpo 
que es mi cuerpo 

No puedo revelarte nada 
que no flamee en ti o de ti se combe  
que todo está por venir si miras atento 
o viniendo 
si te sujetas 
a tu pie en voluntaria ruta   

Entiendo 
que esto que me habita lo dejo entrar 
como lo otro pasó en transitada fuga 
y soy yo el ojo y no la escala 
de esta miscelánea incólume 
donde respirar es 
lo 
eminente 



Nená de la Torriente 



jueves, 27 de julio de 2017


Pensamos que el mundo se hizo 
en el mismo instante que nacimos, 
que no había nada detrás, ni después, 
más que lo que nosotros construyéramos. 


En ti nada languidece 
se perpetúa sin tiempo huero ni trascendente 
A todo te pareces 
vas y vienes y anegas mis ojos 
como este celaje que persevera 
Todo lo dispones cerca 
los brotes hablan en su crecida revoltosa 
tumbados al sol 
como niñas con vestiditos nuevos 
Eres lo extraordinario 
cada tallo que muere 
cada hoja de que se renueva 
de su seca admirable 
el racimo de abejas quietas 
al amparo de los pétalos 
El resto se esconde tras las ventanas 
detrás de los vasos de clarete 
de los bucles del humo en lento exilio   
A todo te pareces 
invades este mañana en presente 
el ayer
el ahora mismo 
la palabra 
Te acercas sin haber partido   
como las moscas dibujan en el techo 
escuadras imperfectas 
Bendices cada palmo de aire opulento 
cada fisura de las pieles 
cada vivo desierto 
y yo me aferro uno a uno 
a tus picos de luna 
que asomas grávidos o sutiles 
en un cielo siempre a la espera 


Nená de la Torriente 

martes, 11 de julio de 2017


Pendiente 
sigo pendiente 
como la hoja del chopo 
ahora plata 
ahora verde 

entre sentires cambiantes 

Por este extremo escribo 
sobrehilando humedades 

que los años son un encuentro 
y no una pérdida 
un volver a contar estrellas 
y bautizarse con la lluvia tímida 

buscando colores en los grises 

Pendiente 
sigo pendiente 
como la aurora se desprende 
ahora roja 
ahora pálida 

entre instantáneas fugaces 

Por este camino llego 
para que tú me leas 
para que él me lea 

y que pasen los ojos efímeros 
por estas señas  
que nos han pertenecido siempre 


Nená de la Torriente

miércoles, 21 de junio de 2017

Humildeidad 

Cualquier necio 
puede coser palabras ásperas 
como la piel del tiburón y 
no ser un tiburón 

alardear de una fortaleza que no tiene 

beberse los recuerdos más amables 
por creerlos una desventaja 

⧭ 
Puede 
disimular ternezas entre líneas amargas 
o galopar entre ríos sin espuelas 

Cualquier necio
puede fingir amor y 
no estar celosamente enamorado 

elogiar en connivencia 

tomarse de diez en mil el capricho 
de unos ojos 
presintiéndolos su feudo  

Puede 
derrochar mentiras entre abrazobesos 
o volar hacia el sol sin élitros que le protejan 

Cualquiera puede provocar a los infiernos 
o amartelarse a los cielos 

golpearse la testa 

arrinconar al amigo y ensalzar a la bestia 

equivocarse 

estafarse infinito    

fingirse entre la serpiente y el águila 

Muchos somos 
los que alguna vez 

inagotablemente 


hemos sido un cualquiera 



Nená de la Torriente 

lunes, 12 de junio de 2017


Somos diferencia 

Pasas por los otros  
como quien cruza puentes 
sin acariciar sus barandillas 
y
te debo un verso en el tejado 
donde los nidos ventean vanos 
o no te debí nunca 

Tal vez el vértigo de un beso 
con los labios ebrios 
sin apearse del alma 

Una mañana de amor 

un osado instante galopado 
que nos haga ver el mar
donde crece a solas el escaramujo 

Somos diferencia 
y
te debo un paso sencillo 

un principio inevitable 
de extinción plena 
o no te debí nunca  

Un estar sin estar 
sobre tus caderas
con amante grito 

Quizá una caricia vespertina 
o temprana 
que levante castillos de viento 
sobre tu piel trémula 

Te debo un te quiero 
o no te debí nunca 

porque he besado cada palmo 
de tu débil pontón 
y he sido draga para tu légamo   
infinitamente distinto 

Somos diferencia 

Por eso te debo 
o no te debí nunca 
este espacio por encima de tu ruina 
ahora mía  

ahora nuestra  




Nená de la Torriente

lunes, 29 de mayo de 2017

Como puños... 


No necesito escupir al techo 


ni usar palabras lacerantes, 
revolucionarme, 
soliviantarte, 
o beberme una botella de vodka 
para sentirme entre los hábiles. 
No necesito leer como se abre la carne 
ni cómo se retuerce el gusano, 
maldecir o insultar a los mártires, 
apalear lo ajeno. 
Esta coprofagia absurda 
de presenciar badajas, 
de vitorear esperpentos, 
de recibir empellones 
en forma de perífrasis 
no es lo que necesito, 
ni que me tilden de santurrona 
los inmensamente infelices. 



Necesito tomarte a ti  
sólo a ti, 
como a la fruta prohibida, 

y rogarle a Dios 
que me arroje del paraíso.  



Nená de la Torriente


domingo, 21 de mayo de 2017

Mi yo es tu yo 

Ya no sé cuántas veces 
las estaciones 
han devorado los nombres, 
cuántos fueron los pensamientos 
que ahogaron los sargazos, 
cuántos sobrevivieron un instante 
convirtiéndose en oquedad. 
Demasiadas rutas clausuradas 
en este suicidio endémico.
No sé cuántas cancillas 
hemos dejado atoradas 
condenando a nuestros huertos, 
cuántos jardines orillamos, 
cuántas promesas abandonamos 
asfixiadas por el miedo. 

Apagamos la luz 
y no nos damos cuenta 
de que detrás de todo 
siempre hay otro detrás. 


Nená de la Torriente

sábado, 13 de mayo de 2017

INTERMINABLE 
Escribo como quien habla 
sin saber que le escuchan, 
a todos los ojos que no he mirado, 
a las imágenes que se me escapan; 
a los traidores, 
a los inocentes, 
al pueblo que se adormece y al que lucha; 
al olor del pelo de mi hija, 
al cazador de seres sin escrúpulos. 
Escribo al hombre que se conoce 
y al que se oculta, 
a los reinos, 
a las naciones,  
a las aldeas más chicas, 
al ladrón de los ladrones 
y al fanático idiota. 
Escribo a los imposibles y a la rutina, 
al ignorante de sus miedos, 
al que vacila, 
al que se arroja, 
y al que doblaron su peso 
con inmerecida gloria. 
Escribo al que se gusta 
y al que se desprecia, 
al que utiliza conceptos, 
al que los abandona; 
a la feminista, 
al machista, 
y al sensato ser humano 
que vadea entre sus mundos. 
Escribo al que cree en Dios 
y al que le niega, 
a todas las re-ligazones, 
al vivo y al que yace,  
al monte de miserias 
y a su jardín de luces;
al psiquiatra que se encuentra 
en sus dolientes, 
a la aliviada y oscura viuda, 
al que ama sin saber que lo hace 
y al que nunca ha sabido amar. 
Escribo al egoísta y al que todo lo ofrece, 
al subido en el altar de los merecimientos, 
al despechado, 
a la niña, a la mujer, a la vieja, 
a la pequeña quima 
que aún no sueña con ser sapino; 
al que no se encuentra 
y al que no se mira, 
al galán enamorado que se piensa poeta, 
a la bruja de tres escobas, 
a la madre abnegada y al hijo hipócrita, 
al cuarto y mitad de hombre, 
al ser extraordinario. 
Escribo para abrazarte, 
para abrazarme, 
para saber que pertenezco a este sitio; 
a los corazones que se piensan, 
a las mentes que se extravían, 
al acomplejado que se encumbra 
y al humilde ensombrecido, 
al que niega el talento, 
al que alaba lo absurdo. 
Escribo al niño que sonríe a otros niños, 
al que se abraza a sus juguetes, 
al hambre que mata venideros, 
a las carencias y a los excesos, 
a los soldados 
y a los que levantan edificios;  
a las maneras abiertas, 
a las cerradas, 
al amable y al penoso, 
a la primavera rabiosa, 
al amor, al odio. 
Escribo al que escribe 
a éste y al otro lado del mundo, 
al que medita, 
al envidioso y al espléndido, 
a todas las lenguas y a todos las bocas, 
a la mentira más absoluta 
y a los miles de millones 
de certezas; 
a lo que me queda, 
a lo que te queda 
y a todo lo que dejó de existir. 

Nená de la Torriente

jueves, 4 de mayo de 2017

     

         El nombre de este lugar... 

Que el ayer no es hoy 
se te olvida 
que el mañana vapor anhelante 
por dimanar en gota 

¡A atropar hierba 
que el campo reclama cumplido! 
No vayan a confundirlo con tapia 
que hasta el ladrillo 
olvida que es un ladrillo 
de tanto como lo enjalbegan 

Gambetea el humo lento 
impacientando al cigarrillo 
Así te quiero 

sin venerar tus maneras 
ni darte más capricho 
que el que me tengas 
entre los dedos 
sólo un rato 

Frágil el poema se descuelga 
estremeciendo al sentido 
Así te quiero 

sin apenas tocarte 
sin apenas  

                                             ... Es Siempreviva 



Nená de la Torriente 

domingo, 23 de abril de 2017


¿Y si fuera este día? 

¿Y si la costumbre 
pudiera invertirse 
y las palabras 
languidecer solas  
muertas de vergüenza? 

Ya me lo he dicho casi todo. 
Ya me lo han dicho casi todo.

No puedo acostumbrarme: 

El mar se ve distinto 
desde las rocas, 
el tráfico una amenaza 
si te tambaleas en la acera, 
el amor 
un torpe reclamo del sexo 
en éstas y aquellas horas 
de inconsolable escombro. 

Esta ubicuidad comedida 
alarga mi sombra 

¡No imaginas cuánto! 

Tu bies más avillanado 
me deshumaniza. 
Te agrada sentirte una Eva 
y abandonar torpemente 
a tu inocente Adán. 

¿Acaso lo humano ya no nos pertenece? 

Hijos del leño, 
de lo que hubo primero, 
de la mano muda que alguna vez 
consiguió abrirse. 

Cuando no desee convivir entre los hombres 
no me reprendas, 

es una náusea que me nace sola. 



Nená de la Torriente 



Ll-Oremos:

Alguien que se expresa 
con inteligencia 
no le convierte en prepotente, 
solamentemuchamente 
tiene potencia (m)ental.
¿Dónde te escondiste? 
No había plátanos de sombra 
suficientes 
para atrapar tu gravedad 
en el suelo. 
Nadie puede huir(se) 
aunque oculte a filofatal 
su pasado, 
a pesar de creerse 
un hombre redimido. 

Ya no sé perdonarte(me) 
por haber creído en nos. 



Nená de la Torriente

viernes, 31 de marzo de 2017


Cuando andas dormido 
lo que empuja el día ladra 
a dientes romos, 
se pierde en la sin atracción, 
en la amnesia insípida. 
Secuestras a la intención 
y a sus ventajas, 
las haces grieta.  

Si despiertas 
y el rayo de sol es tuyo, 
amas el azul y el celaje, 
el olor a pan, a maravilla,  
la página completa.   

Y vuelve contigo 
la memoria, 
el amor sin ligereza, 
el pulso que se apresura loco. 

Dime dónde 
el temblor de las pieles, 
el labio que se multiplica abierto, 
la lágrima compartida, 
el sentido inapelable de encontrarse. 

Dónde la caricia, 
el prometo instintivo, 
el yo te doy y nada importa, 
la palabra que no se derrumba,  

dime tú si puedes. 



Nená de la Torriente

miércoles, 29 de marzo de 2017


Indómito 
Arrampla con el Sur 
Y todos sus vientos 

Le veo pasar despacito 
Con sus manos pequeñas 
Y su traje de quelonio 

'Voy a entregarte mi amor' 
Eso le he dicho 

Pero arruga su nariz 
Y bornea las piernas 
Como si andase ayer 
Por mi ahora 

Más ágil al ir más lento 

Y me vence con nada 
O casi nada 
Con su espejo de silencios 
Con su condición arpada  

'Me has dado un sueño' 
Le he dicho 
y ha volteado el rostro 
como un niño en exclamación 



Nená de la Torriente