Pensamos que el mundo se hizo
en el mismo instante que nacimos,
que no había nada detrás, ni después,
más que lo que nosotros construyéramos.
se perpetúa sin tiempo huero ni trascendente
A todo te pareces
vas y vienes y anegas mis ojos
como este celaje que persevera
Todo lo dispones cerca
los brotes hablan en su crecida revoltosa
tumbados al sol
como niñas con vestiditos nuevos
Eres lo extraordinario
cada tallo que muere
cada hoja de que se renueva
de su seca admirable
el racimo de abejas quietas
al amparo de los pétalos
El resto se esconde tras las ventanas
detrás de los vasos de clarete
de los bucles del humo en lento exilio
A todo te pareces
invades este mañana en presente
el ayer
el ahora mismo
la palabra
Te acercas sin haber partido
como las moscas dibujan en el techo
escuadras imperfectas
Bendices cada palmo de aire opulento
cada fisura de las pieles
cada vivo desierto
y yo me aferro uno a uno
a tus picos de luna
que asomas grávidos o sutiles
en un cielo siempre a la espera
Nená de la Torriente
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Háblame