martes, 17 de octubre de 2017


Frente a mi casa 
hay un árbol seco, 
  
a él acuden todas las palomas. 
El resto, verdes y abiertos, 

andan en exilio. 
¿Qué peor que un pacato? 
Nublado con una palabra 
cuando todas las delicadas 
se derrumban. 

La débil saeta puede inclinarse 
hacia la benignidad 

                             hacia la vileza. 
Tan delgada es su silueta 
que a penas tiene peso, 
pero cuando cae 

                 atruena. 
Sus líneas se entrecruzan, 
hasta las más férreas.  


Como mosca inválida  
golpea el cristal con su ala rota, 
zangolotina, 
temeraria,   
con interminables caminos 
a su menudencia 

¿Dijo qué? 
¿Quiso decir eso? 

¿Qué peor que un idiota? 



Nená de la Torriente

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