Como puños...
No necesito escupir al techo
ni usar palabras lacerantes,
revolucionarme,
soliviantarte,
o beberme una botella de vodka
para sentirme entre los hábiles.
No necesito leer como se abre la carne
ni cómo se retuerce el gusano,
maldecir o insultar a los mártires,
apalear lo ajeno.
Esta coprofagia absurda
de presenciar badajas,
de vitorear esperpentos,
de recibir empellones
en forma de perífrasis
no es lo que necesito,
ni que me tilden de santurrona
los inmensamente infelices.
Necesito tomarte a ti
sólo a ti,
como a la fruta prohibida,
y rogarle a Dios
que me arroje del paraíso.
Nená de la Torriente
hermoso, amiga
ResponderEliminarMuchas gracias Poeta, me alegra mucho verte por aquí!!
EliminarUn poema delicioso Neni.
ResponderEliminarMuchas gracias hermanuco...
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