domingo, 4 de noviembre de 2012

-Amigos-



Qué delgada manera ésta 
de engordar cariños. 
cuando lo cierto en que arrimamos 
nombres a nuestra lista de teléfono.






Yo no cojo el teléfono, 
yo no llamo. 
No suelo llevarlo entre 
mi disparidad de cachivaches, 
salvo cuando me avisan de que me 
llamarán, 
o aviso de hacer lo mismo. 
Esta es la amistad de ahora, 
627… o 605… Necesito,  ¿tienes? 
Puedo,  ¿vas? 
Esto no tiene futuro. 
Da igual que vivas en Pernambuco o 
en Ciudad Real. 
El lugar del encuentro, 
ese barrio,  ese punto siempre asignado 
lo tienen cuatro privilegiados, 
y si lo son realmente pueden hablar de que 
no es un lugar ‘de’,  sino un lugar para ellos. 



Nená de la Torriente