Si
esto fuera un trabajo
estaría
incumpliendo
con
mis compañeros de huelga,
pero
darle a la tecla -no la del piano-
es
mi pasión, mi disfrute.
Si
hoy hubiese una huelga de verdad,
ni
nos plantearíamos que
los
sindicatos protestan
porque
les están reduciendo el bienestar
que
tenían, y además al protestar
no
pierden ni un euro.
Cada
uno de nosotros que protestamos
por
la injusticia de este derroche de salvajadas
una
tras otra, que se están cometiendo,
nos
están sableando la cuenta corriente,
que nos costará un ojo de la cara recuperar.
Eso sí, vocearán los sindicalistas,
¡venga
compañeros a por la causa!
-la
suya-
Y nosotros pensaremos que luchan por la de todos,
y
quizá quede algún despistado
que
aún tenga fe en alguna,
que
no sea la de su monedero.
Nená de la Torriente