Las
lágrimas no son todas
del
mismo color,
como
los pétalos tienen gamas
distintas.
Tú
eso no lo ves.
Los
roces tienen lenguajes distintos,
como
las ondas que se forman con los cantos
arrojados
a un estanque,
no
son siempre las mismas.
Tú
dices que no es cierto.
El
cielo no rompe de la misma manera
porque
la lluvia no siempre es igual.
Tú
me llamas loca.
Pero
es que tú mi amor,
no
has sentido el dolor del llanto
como
lo han sentido mis ojos,
ni
has notado la vibración de los labios
con
el beso,
ni
te has visto libre bajo la lluvia.
Nená de la Torriente