Cada
vez que pasas por un puente roto
se resquebraja más,
una
pequeña grieta en alguna parte
de
su muro habla.
Las
personas somos puentes,
auténticas
trazos de caminos.
Vías
de paso para muchas cosas.
Por
nosotros cruzan palabras, ideas,
sentimientos, otros humanos para irse
inevitablemente
hacia otro lugar.
En
nosotros quedan todas esas huellas,
como
en los puentes el paso de todo lo
que
atraviesa en cualquier sentido.
Pero
cuando ese puente esta roto,
cada
grieta le habla.
Nená de la Torriente