Todos
somos de agua
aunque
no lo creas.
Unos
caemos en cascada y otros
encuentran
en la charca el remanso
que
les oculte y les de la calma.
Nadie
es menos por no salpicar gotas
o
llover hacia arriba.
A
veces la verdad es esdrújula,
relativa, huidiza,
esquiva, no ambigua, siempre es agua.
Somos
lo que somos
y
pretender ser otra cosa
es
forzar voluntades
¿No
quieres la verdad?
Pues
mírala a los ojos,
la tienes de cara.
Nená de la Torriente