sábado, 29 de septiembre de 2012

-Tesoros-




Alguien estará esperando 
en algún adoquín,  roto o entero, 
en un banco de madera o piedra, 
en un parque cualquiera 
o en un bar resguardándose 
de la lluvia. 
Alguien me mirará  a los ojos 
y sabrá que soy yo 
y nadie más,  y hasta tal vez 
que las palabras sobran. 
Nunca nos han explicado cómo 
funcionan estas cosas, 
si son al azar 
o es una chispa de mechero 
en su medida,  o algo que alberga 
una luz distinta. 
No tengo prisa. 
Tal vez no llegue nunca. 
Todavía conservo el sabor dulce 
de mil millones de estrellas 
que podrán acompañarme para siempre. 

La vida es mucho más 
que un espacio para dos. 



Nená de la Torriente