jueves, 27 de septiembre de 2012


Sazona la nube con polvo de anís, 
volará hasta un sur de sonrisa abierta 
que llora a solas. 
Sazona la tierra seca con albahaca, 
para que hasta el mismo hueso 
le ate al aroma. 
Sazona la hierba húmeda,  de cielo gris, 
con pimentón bien picante, 
para que se vuelva ociosa y bullanguera. 



Así de sur a norte no habrá voces que se distingan 
ni lágrimas que se derramen solas. 



Nená de la Torriente