Te
he NO besado delante
del
zaguán, para que sintieras
lo
CERCA que puedo estar de
tu
frontera, y vieras la poca
ALARMA
que me causa esa linde.
No
me tomes el PULSO nunca
o
retrocederás malherido.
Las
sirenas somos de sangre extraña,
ardiente
y fría, fría y ardiente.
CORAZÓN
entero
o
sólo
REFLEXIÓN.
Nená de la Torriente