Nadie
lo dice.
Detrás
de cada portal
se
guarda un secreto,
allí
donde la luna no llega
ni
conoce.
Un
hombre esconde debajo
de
la camisa muchos portones,
tantos
como reservas;
la
mujer, custodia ventanas,
contraventanas
y
cristales tintados.
-Quizá
así piensa que
es
mucho más femenina-
La
cerrazón trae lentos días
a
oscuras,
frío
en los pies y en las manos,
frío
de obstinación,
tirantez
en las conductas.
Pero nadie
lo cuenta.
Nadie
lo dice.
Nená de la Torriente