lunes, 17 de septiembre de 2012


Si suspendo este ir y venir a ciegas, 
y dejo de empapar mi cabello con 
la lluvia,  sería como tú, 
abstraído,  crecido como la hierba 
del campo,  siempre con objetivos, 
con diarios manchados de tinta 
y ojos gastados. 
Si dejo de girar sobre los talones 
y de columpiarme en mis pestañas, 
sería una mujer gris,  como tú eres 
un hombre gris,  siempre buscando 
un reconocimiento detrás de cada 
palabra,  de cada gesto,  de cada voz, 
unido a una falsa humildad 
que realmente me lastima. 
Si dejase de ser yo 
¿quién te iba a entender a ti? 




Nená de la Torriente