Vengo
de un mundo de aquí hacia atrás,
tú
de un mundo de aquí hacia adelante.
Nos
hemos conocido por casualidad
y
hemos intercambiado
un
té y una intensa mirada.
Creo
que al irte te has llevado mi mundo
hacia
atrás,
y
me has dejado tu mirada hacia adelante.
No
sé dónde encontrarte,
ni
cómo devolverte
el
impulso que era tuyo, que sin querer
se
intercambió en un breve lapso
de
té sin galleta,
pero
como siempre perspicaz y profundo.
Nená de la Torriente