viernes, 1 de febrero de 2013


ημέρα συνειδητοποίησα…-

Apenas podía sostener 
entre las manos un caracol 
sin morirme de cosquillas. 
Era tan indefenso,  tan lento, 
y yo jugaba a que recorriera 
mis palmas con su casa a cuestas. 
Lo dejé con cuidado en el tronco 
del laurel 
e imaginé que debió de sentirse
aliviado. 
El mundo está lleno de pequeñas 
y falsas nimiedades, 
que son relevantes  
y desatendemos, 
siendo valiosas y elocuentes. 
No somos dioses,  ni deberíamos 
ejercer un poder innecesario. 
Somos parte de un Todo,  y como tal 
nos corresponde ponernos en el lugar 
de cada uno de los seres que 
constituyen este maravilloso universo. 




Nená de la Torriente