-Personas normales-
Hay nociones,
criterios, que se me presentan hoy algo más confusos.
Personas normales
¿qué son personas normales?
El que más o el
que menos tiene un ‘aquel’ extraño, anómalo, defectuosos, o como decimos
vulgarmente, raro.
Antes pensaba,
Miguel es normal, e incluso llegaba a decir que era insólito de lo normal que
era.
De algún modo las
cosas han cambiado o mi mente lo ha hecho por las cosas. Quizá aquella
generosa visión de un mundo sin horizonte se ha ido empobreciendo, por
logiquísimas razones. El ser humano busca la simplicidad porque sabe que no
puede abarcar todas las cosas y quiere conseguir entender el mayor número de
ellas.
En cualquier caso la llaneza que veía en los demás antes, ese ‘sin doblez’ , la falta de
miedo y la capacidad de entrega, ya no la veo en ninguna parte y de hecho al
ejercerla yo, nadie la cree, como si fuera un rara avis o escondiera una
intención que en realidad no escondo. Lo más triste, si es que lo es, es que ha
dejado de importarme que me crean o no. A estas alturas de grabación lo único
que sigo pretendiendo es ser consecuente, y observo que aquella humanidad que
conocí ahora la desconozco de idéntica manera, está mucho más asustada, es más egoísta,
resentida, desconfiada, mal pensada y solateras, o yo he perdido el aparatejo
de traducción simultánea, el instinto.
No ocurre tanto
con las personas mayores, quizá porque ellas están cansadas y ejercer de
muralla requiere un esfuerzo innecesario, pero también entre éstas he
encontrado casos curiosísimos. Lo que me resulta incuestionable, normales o
anormales, es que hay personas increíbles, absolutamente sorprendentes, que
nunca dejarán de fascinarme.
Nená
de la Torriente