Hola
Mª Ángeles,
te
escribo desde aquí
como
podía llamarte o
escribirte
escribirte
con
mi letruja de siempre.
Me
gusta contarte
porque
tú viajas más allá
de
lo que yo escribo, con tu mente
llena
de cosas,
y sé que me lees.
y sé que me lees.
Dicen
que todos somos distintos,
pero
ya sabes que muchos nos parecemos,
aunque hay algunos especiales.
Tú, pecosa de ojos llenos de luz
que
miras dentro del alma
¿cómo
te mima el verde?
¿y
ese mar gris en días de lluvia limpia?
Seguro
que romperás las paredes
cuando
te dé por reír
-porque
estás llena de sorpresas
para
muchos ignotas-
No
te olvides de mí, que yo te llevo
en
el pelo, como una flor imaginada.
Mi
prudente Geles,
brillante
los días sin luz,
bella
los días soleados,
independiente y delicada.
Siempre
el anillo familiar de todas.
-Bésame mucho a la mamá
y a la preciosa Carmen-
Nená de la Torriente