miércoles, 13 de febrero de 2013


Dime que has estado conmigo 
aunque no sea cierto, 
tan frágiles somos. 


Una anda hablándose sola 
por la acera de la Gran Vía 
como si realmente fuera con otro 
de total confianza, 
y le dice y le rebate lo que tiene 
pensado,  pero le apura decir 
a aquel muchacho que no le conviene. 




Y pasan los años,  y sigues entregada 
a esa charla a solas que es en compañía, 
y te discutes,  y te reprendes a veces 
severamente por no haber echado más valor, 
porque es el valor lo que más admiras. 
Y luego llega alguien que te dice que ha 
estado siempre contigo, 
y deseas creerlo tanto
que aprietas los ojos como si 
pudieran romperse. 
Piensas ‘¡estaba conmigo,  estaba!', 
pero luego resulta que no puede intuir
quién eres ni cómo ves el mundo.



Nená de la Torriente