y
no tener miedo a los te amo,
extirparnos
la vena que va directa
a
la clavija de lo dramático
y
bailar desnudos.
¿Habrá?
Es
una prenda más que pesa
y
quizá podamos conseguir mucho.
Me
pregunto cuantos argumentos
nos
damos
para
seguir siendo unas momias,
mo
mo mo mo momias,
como
la boca de un pececito
en
una pecera.
Nená de la Torriente