El
caso es estar airado
será
cosa de la sangre
o
de la mala alimentación.
Que
sí, que el país está como está
pero
tu aire no va a levantar a los
mangantes
y a sacarlos del planeta.
Qué
quieres ¿qué te lo pinte de rojo?
No
sólo tú te das cuenta,
no
sólo tú estás en contra
y
no sólo tú te estás movilizando.
Lo
que ocurre es que hay muchas maneras
y
perdiendo la voz con el grito desgarrado
sólo
consigues eso,
quedarte
afónico.
La
cacerolada y el pataleo le sirven
de
pancarteo a un político o a otro,
y
yo no juego a hacer bulto para ninguno de éstos,
no
me merecen ningún respeto.
Señores, la clase política ha muerto,
y
yo no tengo ropa para ir de luto
ni
ganas de llorar a estos difuntos.
Nená de la Torriente