viernes, 15 de febrero de 2013


Si tenemos ausencia del verde norteño
se nos llena la pituitaria amarilla de olor a prado, 
del musgo y el eucalipto. 
Si es de tierra de Centro, 
nos recorre un abanico visual 
de una infinitud llana 
que lame el cielo. 



Si es de un sur bullanguero 
se nos mueve la sangre haciendo curvas 
trasparentes,  que se llenarán 
de canela y granate de tinto. 
El Este traerá tantos colores de azul 
que invadirán nuestras mejillas, 
y el Oeste el anhelo mordido 
por una historia de siglos. 
La tierra no sólo es cultivo, 
tierra rústica,  porción edificable, 
carreteras,  autopistas, 
servidumbre de paso,  
caminos de sirga. 
La tierra es referencia y cuna, 
el origen y la vuelta a casa. 



Nená de la Torriente